El proyecto de la multinacional canadiense Barrick Gold para abrir una fundición de cobre en terrenos industriales del Llano de Solís (Corvera) va más allá, según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras del conjunto de la operación, de la construcción y puesta en funcionamiento de una planta fundidora de metal y comprende, como segunda fase, la posibilidad de desarrollar una red de transformación del cobre mediante talleres que fabriquen hilo, láminas, placas, tubos y otros productos similares a base de cobre.

En el curso de las conversaciones mantenidas por los responsables de Chilena de Minerales, la empresa que representa en España los intereses del gigante minero Barrick Gold, con las autoridades corveranas y con los dueños del terreno objeto de deseo para poner la fundición de cobre quedó de manifiesto el deseo de los inversores de fundar un polo industrial vinculado al metal cuprífero y a diferencia de las oportunidades desaprovechadas en el pasado con otros metales que también se producen en la comarca (zinc, aluminio, acero) completar la cadena de valor fabricando productos de más alto valor añadido que los meros lingotes.

No obstante, en medios municipales de Corvera la consigna sigue siendo no convertir la propuesta que ha presentado Barrick Gold en el cuento de la lechera; impera, por tanto, la mayor de las cautelas para evitar engordar unas expectativas que el tiempo destruya posteriormente. Y es que, entre otros asuntos pendientes de atar, aún no existe compromiso firme entre los inversores y Asturmasa, la empresa avilesina propietaria del terreno industrial del Llano de Solís susceptible de ser usado para construir la fundición de cobre y los inversores. Eso y que la multinacional canadiense juega a varias bandas, y además de Corvera sopesa otras localizaciones en el norte de España, una de ellas en Vigo.

En medios políticos corveranos las reacciones a la noticia del proyecto para instalar una fundición de cobre se mueven entre la prudencia y la satisfacción; ningún partido se opone, en principio, a la idea, aunque cada uno establece sus matices y sus límites a la propuesta, amén de pedir de forma generalizada que el asunto se gestione con absoluta transparencia.

Rogelio Crespo, concejal de de Somos Corvera, destacó que "todo lo que sea crear puestos de trabajo está bien" e hizo ver que, a priori, "en una zona que actualmente es una cantera no supondría ningún problema construir una fundición". No obstante recalcó que su formación política quiere conocer la propuesta y el estudio de impacto ambiental antes de fijar una postura oficial.

En nombre de IU de Corvera, la edil Sara Paz dijo estar a la espera de una comisión informativa que sirva para dar a conocer las intenciones de Barrick Gold. "La creación de puestos de trabajo es fundamental si el proyecto tiene todas las garantías laborales, ecológicas y urbanísticas". La concejala pidió "prudencia, para hacer las cosas bien, con calma".

Teresa Domínguez, de Foro Corvera, valoró la posible inversión y la creación de puestos de trabajo. "El nuestro es un municipio muy castigado por el desempleo y cualquier fuente de creación de puestos de trabajo debe ser tenida en cuenta. Lo que si me gustaría es tener más información acerca de cuál es la actividad de la empresa, saber qué materiales van a utilizar... El Alcalde, una vez más, ha marginado al resto de grupos políticos", declaró.

Y desde las filas del PP, José Ramón Álvarez, aseveró que "todo lo que sea crear puestos de trabajo tiene nuestro apoyo". El edil añadió: "En esta comarca llevamos sesenta años con empresas que contaminan pero eso crea puestos de trabajo; donde hay humo hay trabajo". Como salvedad indicó que "habrá, eso sí, que hacerle cumplir las normas (a Barrick Gold).

LA NUEVA ESPAÑA visitó ayer el Llano de Solís y sus alrededores para conocer de primera mano la opinión de los vecinos sobre la posible instalación de la fundición de Cobre. La zona rural, que cuenta aproximadamente con cuarenta casas, estaba ayer semivacía por la celebración de la boda de un vecino y las pocas personas que había por las calles, con prisas por llegar a la iglesia, aún no se habían enterado bien de la noticia. Pero en Cancienes, situado a escasos kilómetros del Llano, sí que tenían conocimiento de la posible instalación de la fundición y en general los vecinos recibían con alborozo la noticia, que corrió como la pólvora durante toda la mañana.