Un fuego del que se tuvo conocimiento en la base de coordinación del servicio 112 de Asturias sobre las siete de la tarde de ayer seguía activo pasadas las diez de la noche en el paraje corverano del Escañorio, un área muy frecuentada por los senderistas dada la belleza de la senda que la recorre. Al cierre de esta edición, dos dotaciones de Bomberos de los cuarteles de Avilés y de La Morgal luchaban contra las llamas, una tarea complicada por la dificultad de acceso al lugar donde se localiza el fuego.

En las tareas de extinción de las llamas, que comenzaron afectando a matorral, también colaboró un helicóptero provisto de una bolsa para transportar agua; la unidad aérea de los bomberos hizo varias pasadas por la zona del incendio, intercaladas con viajes para repostar en el pantano de Trasona, pero hubo de retirarse a su base cuando las condiciones de visibilidad disminuyeron al caer la noche.

Según fuentes municipales de Corvera, y aunque al lugar acudió una patrulla de agentes de la Policía Local, no fue necesario el desalojo de ninguna vivienda dado que en las proximidades del incendio no existen núcleos habitados.

La humareda que generó el fuego fue de tal magnitud que el penacho era visible desde varios kilómetros de distancia. El viento arrastró ese humo hacia Avilés, donde llegó a ser claramente perceptible tanto a la vista como por el olfato. En los barrios del Quirinal y el Carbayedo hubo vecinos que llegaron a pensar que algo estaba ardiendo cerca de sus casas. También en Salinas (Castrillón) hubo personas que se alarmaron al detectar un fuerte olor a chamusquina, dándose el caso de que alguien pensó que lo que ardía era el pinar del Espartal y una dotación de los bomberos llegó a ir hasta el lugar en previsión de que, efectivamente, hubiese llamas. Pero solo fue una falsa alarma.