La multinacional canadiense Barrick Gold anunció el pasado 29 de julio que había vendido un 50 por ciento de su participación en la Compañía Minera de Zaldívar, en Chile, una sociedad que, supuestamente, habría concedido poderes al empresario coruñés José Caamaño para negociar el establecimiento de una fábrica de cobre en El Llano de Solís, en el municipio de Corvera. Es decir, hace menos de tres semanas renunció a buena parte de sus yacimientos de cobre. La venta se produjo a otro gigante del negocio del cobre: Antofagasta Plc. Y el cheque conseguido fue de 1.000 millones de dólares, que Barrick destinará a reducir deuda.
Según Reuters, la operación se cerrará definitivamente a finales de año: Antofagasta pagará 980 millones de dólares entonces y el resto en cuotas anuales a partir del 2016. "Esta transacción está en línea con nuestra estrategia de concentrarnos en el negocio minero de cobre y representa una oportunidad única", dijo el presidente de Antofagasta, Diego Hernández.
