El dramaturgo argentino Matías del Federico (San José de la Esquina, Santa Fe, 1981) atiende a LA NUEVA ESPAÑA ya en la madrugada del sábado, en el "foyer" del teatro Palacio Valdés, media hora después del estreno en España de su tragicomedia "Bajo terapia", su primer espectáculo y su primer éxito. Sin embargo, Del Federico es un hombre de teatro en vena: su abuelo fundó el odeón que gestiona ahora junto a su padre en un pueblo alejado del mundo, de tan solo 7.000 habitantes.
-¿Cómo ha visto la función?
-La verdad que muy bien, pero con los nervios obvios siempre de un estreno, pero también supertranquilo un poco por el director de la obra, que es fantástico. Siempre he sido un gran admirador de él. Y, además, por la calidad de los actores. Hace un par de días que estoy acá viendo los ensayos y ya desde la primera pasada me di cuenta de que... No los conocía, nunca los había visto actuar y, nada, me han parecido impresionantes. Los colores que dan, cada uno de los matices. Me encantó.
-Vamos para atrás en su carrera.
-De acuerdo.
-"Bajo terapia" ganó la primera convocatoria de un concurso de literatura dramática.
-Sí, pero había escrito la obra antes. Un par de años antes de la convocatoria del concurso. Soy de un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe (al Noroeste de Buenos Aires) que se llama San José de la Esquina, así que me costaba mucho mostrar esta y otras obras a los productores. Se hace un poco complicado para alguien del interior tener acceso a la escena nacional. Así que, en esas estamos, cuando me entero de que hay un concurso en Argentina que pretendía acercar al autor nacional al teatro comercial. No hay mucho autor argentino en este tipo de teatro, siempre se llevan obras de afuera. Cuando me entero del concurso, mando la obra con la esperanza de ver qué pasaba. Y ahí quedó seleccionada junto con otras cuatro para hacer una especie de semimontado (lectura dramatizada) de las ganadoras. Y, entonces, me enteré de que Daniel Veronese iba a dirigir mi obra.
-¿Y eso venía en la convocatoria?
-No, no. El concurso decía que iban a dirigir a cinco o seis para hacer un espectáculo de teatro leído, con presencia de productores para ver si a alguno le interesaba hacerla. Justo cuando la obra sale seleccionada me avisan de que va a ser Veronese el que dirija el espectáculo.
-Y eso mola, ¿no?
-Eso fue increíble. Todos los años voy a Buenos Aires para ver las obras que él dirige. Cuando me enteré de que Veronese iba a dirigir mi obra me sentí casi en un sueño.
-¿Qué le dijo Veronese cuando le comunicó que haría su función?
-Le gusta dirigir obras corales, donde no existe un personaje principal, porque lo son todos. Le gustaba ese juego.
-¿Dónde surge la historia de "Bajo terapia"?
-Empecé escribiendo cuentos, que es el género que me gusta. Y uno era sobre una serie de parejas discutiendo en una sobremesa. Lo que pasa, es que lo dejé abandonado porque no le encontraba destino. A través del conflicto de una pareja, que no puedo decirle, hallé la idea que finalmente se materializó como obra de teatro: este combo explosivo de problemas de pareja dentro de una sesión terapéutica.
-Usted estrenó al asturiano Maxi Rodríguez en su teatro.
-Sí. Le estrenamos en nuestro pequeño teatro, no lo conocíamos, encontramos en internet, en la página web de la revista "La ratonera" la comedia "Las aeróbicas", fue una de las obras que más repercusión tuvo. Fue impresionante. Nuestro teatro lo fundó mi abuelo hace cuarenta años, ahora lo dirige mi papá, que es el que buscaba textos.
