Nacidas con la vocación de defender los intereses de los barrios y sus habitantes, las asociaciones de vecinos tienen la misión de "pelear" día tras día con la administración para salvaguardar los intereses de toda una comunidad. Avilés es una ciudad que se caracterizar por poseer un importante tejido asociativo, prueba de ello es que existen más de 20 agrupaciones vecinales y otras tantas entidades culturales, que consiguen de llenar de vida y cohesión social al concejo.

Para la segunda mitad de 2015, las asociaciones demandan al gobierno municipal que se implique más en el mantenimiento y arreglo de mobiliario y calzadas, el desbroce de caminos rurales y que otorgue un mayor impulso a las políticas sociales. En definitiva, un acondicionamiento general de la ciudad y sus aledaños que mejore la calidad de vida de los residentes en el concejo.

"La zona centro es un área muy peculiar porque tenemos casi de todo. Hemos tenido una serie de reivindicaciones históricas, como el arreglo de Llano Ponte o la recuperación de la muralla, que ya se han solucionado o están en vía de ello. Actualmente nuestra principal demanda pasa por un arreglo integral del parque del Muelle y que se cubran con trampantojos los solares vacíos del casco histórico, como el que hay en El Parche", explicó Pablo Castañón, de la asociación de vecinos Pedro Menéndez, sobre los objetivos que el colectivo pretende impulsar en el presente mandato de Mariví Monteserín.

Uno de los barrios más representativos de la zona centro es El Carbayedo. Manuel Fernández, presidente de la asociación de vecinos "El Hórreo", asegura que "no hay grandes demandas" por parte de los vecinos, si bien considera que se podría mejorar "la ubicación de los contenedores, ya que no están suficientemente dispersos", aseguró el líder vecinal.

Más alejado del centro, aunque también uno de los barrios con más personalidad de Avilés, se encuentra Versalles. Por su origen obrero esta zona lleva años capeando los envites de la crisis económicas, una circunstancia de la que la presidenta de la asociación de vecinos, Licinia Alonso, es muy consciente. "No tenemos grandes demandas en cuanto a infraestructuras. Sí es cierto que podrían arreglar el embalse del parque, ahora en desuso, y ampliar la zona de juegos para niños. Aunque lo que más nos preocupan son las ayudas sociales. Nos gustaría que el Ayuntamiento se volcase más en este aspecto", propuso Alonso.

En La Luz apuestan por la cultura. La cabeza visible de la agrupación vecinal del barrio, Carmen Martínez, solicita al Consistorio inversiones en la biblioteca. "Deberían realizar una reforma, equiparla con ordenadores y pantallas y una reforma a fondo, porque ya tiene muchos años", expuso la presidenta de la asociación de vecinos.

Mucho más reivindicativo se muestra Antonio Cabrera, cabeza visible del movimiento vecinal de Jardín de Cantos. Y es que, según asegura, en su barrio se necesitan "tres acciones con urgencia". "Necesitamos un nuevo equipamiento social, que limpien los zarzales en la zona del colegio Principado y, sobre todo, lo que más nos urge es el arreglo de la N-632. El Ayuntamiento parece que no va a iniciar las gestiones hasta que no se solucione el problema de la ronda norte, y para que eso pase pueden pasar años, cuando a nosotros es un problema que nos urge, y mucho", afirmó Cabrera. En los tres casos se trata de reclamaciones que ya tienen años de solera y que de momento no han llegado a buen puerto.

Las demandas de los barrios más rurales, como Miranda y Valliniello, son similares. Una mayor atención a los desbroces de los caminos y el arreglo de las calzadas de uso más agrícola centran las peticiones de las asociaciones de vecinos de ambas parroquias. Además, Félix Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos de Miranda, considera que el Ayuntamiento debería arreglar la cancha de fútbol. "Actualmente se utiliza como aparcamiento y ya no dispone ni de porterías ni de canastas".