Pilar Álvarez de la Riva lleva más de media vida detrás de un mostrador. Es una de las comerciantes de Corvera con más años de trabajo a sus espaldas: cuarenta y siete. Comenzó a trabajar con ocho años como vendedora ambulante por el barrio de La Luz, y desde entonces no ha parado esta mujer que hace un cuarto de siglo le dio vida a una floristería en la calle Severo Ochoa de Las Vegas. Este currículo ha sido suficiente motivo para que el Ayuntamiento la distinguiera con el título "Corverana ejemplar" de 2015.

"En 1968 ya trabajaba en una tienda de ultramarinos, luego regenté una heladería y desde hace 25 años tengo la floristería. El comercio es mi vida", destaca Álvarez, miembro de la junta directiva de la asociación local de comerciantes, Apymec. Desde hace dieciocho años trabaja con su hijo, Santiago Arias, de 36. "Siempre trabajé en negocios familiares", precisa.

La galardonada presume de "ser profeta en su tierra" y "de tener la suerte de trabajar siempre en el concejo y todo ello gracias a la ayuda y colaboración de los vecinos". "Me formé y aprendí fuera y volví siempre a casa, a mi concejo", manifiesta esta vecina natural de Molleda, que tiene el honor de haber participado en diversos cursos de formación y exposiciones en varios países europeos como Lituania, Portugal y Alemania, entre otros. En Lituania realizó la decoración con flores de la Virgen de Siluba y en las Islas Azores, en Orta, participó en el decorado del parque de esta localidad lusa.

Álvarez ha recibido también cuatro primeros premios en el concurso de escaparatismo que cada año organiza la asociación de comerciantes de Avilés y comarca.

Desde hace más de dos décadas, lo que más le llena a Pilar Álvarez son las flores y su mundo. "Todo lo que se hace con amor está bien. La flor ha de acompañarnos a lo largo de toda la vida, no solo el último día, ya que la vida es un camino de flores", señala esta mujer que tiene dos pilares sobre los que ha tratado de asentar su forma de ejercer la profesión: calidad y seriedad.

Día tras día, la única floristera de Las Vegas y del concejo, recibe encargos en su tienda de la calle Severo Ochoa. Sus clientes son diversos: parejas de enamorados, hijos que quieren tener un detalle con sus progenitores y funerales son algunos de sus objetivos principales. "Es triste si a lo largo de la vida de una persona nunca ha recibido una flor porque la flor simboliza vida", remarca esta comerciante a la que le fascinan las rosas de color amarillo.

Como miembro de la junta directiva de la asociación de comerciantes, la homenajeada reconoce que la unión de su sector ha ayudado a dinamizar el concejo. "La unión hace la fuerza, si estamos unidos y hay respeto entre todos los comerciantes todo irá mejor. Además tengo que decir que el Ayuntamiento colabora mucho con el concejo y no solo en lo que afecta a los comercios", señala.

Pilar Álvarez de la Riva recibirá una placa junto a otros cinco "corveranos ejemplares" en un acto que se celebrará el próximo 11 de septiembre. La gala de entrega de estas distinciones se desarrollará en el Llar de Las Vegas y marcará el inicio del fin de semana grande de las fiestas del concejo. "Es una gala muy importante para mí, es un reconocimiento a mi trabajo. Soy una ciudadana de a pie, quiero a Corvera, que es mi casa", señala la homenajeada. De la Riva reconoce aún así, con humildad: "Hay otras personas del concejo que merecen ser corveranos ejemplares".