Un suelo urbanizable no es sinónimo de que el terreno sobre el que se asienta sea catalogado como urbano. Con esa premisa trabaja el gobierno local para definir el tributo que pagarán por la contribución los propietarios de fincas originalmente rústicas en las que se puede construir pero, hasta el momento, no hay previsión de hacerlo. Después de la revisión catastral, los propietarios de esos terrenos vieron cómo los suelos por los que pagaban treinta euros al año aproximadamente, la cantidad se incrementó incluso hasta llegar a doscientos. Así lo expresó ayer el alcalde, Jorge Suárez, tras analizar algunos recibos cobrados a vecinos durante el pasado ejercicio.
Esta reestructuración en el recibo de la contribución afectará, por ejemplo, a los dueños de fincas en las que se prevé ejecutar el complejo deportivo y residencial con campo de golf de Verdicio. "Mientras no se construya no tiene sentido cobrar a un vecino un dinero por un suelo que no es urbano, sino rústico", destacó el regidor gozoniego.
A su lado, la concejala de Hacienda y portavoz socialista, Arantza Peláez, indicó que su grupo municipal ya advirtió en 2013 al PP del notable incremento en los recibos del IBI tras la revisión catastral. "El tiempo nos ha dado la razón y el pasado 25 de junio, el Gobierno central publicó una modificación de la ley del catastro inmobiliario que establece que los suelos urbanizables sin planeamiento de desarrollo detallado o pormenorizado deben ser clasificados como bienes inmuebles de naturaleza rústica", señaló la concejala de Hacienda.
Arantza Peláez explicó además que el suelo urbanizable cambia su naturaleza de urbano a rústico en los lugares donde no se haya aprobado un planeamiento de desarrollo ni existan infraestructuras que permitan su expansión.
"Esa situación supondrá un alivio fiscal para los propietarios de terrenos que estén en esta situación; no obstante, esta modificación no es de aplicación inmediata ni tiene carácter retroactivo y a pesar de que se califique cómo rústico en su valoración. Se pretende tener en cuenta las expectativas urbanísticas de dicho suelo, atendiendo a su localización", apuntó la portavoz del grupo municipal socialista.
El gobierno anunció además que en los próximos días se pondrá en contacto con la dirección general del catastro para trasladarle la información necesaria para identificar esos suelos urbanizables "que carezcan de ordenación, para que su categoría fiscal sea modificada y pasen de ser catalogados como suelo urbano a convertirse en rústicos".
"Desde el gobierno esperamos mantener próximamente una reunión con la Subgerencia de Gijón, con la voluntad de iniciar un nuevo procedimiento de valoración de dichos terrenos y revertir con ello la gravosa situación en la que se encuentran los propietarios de esas fincas", concluyó la concejala de Hacienda.
