Pelear para que el Gobierno de Mariano Rajoy despeje cuanto antes la incertidumbre que genera el actual sistema de subasta a las empresas electrointensivas. Este es el compromiso que el presidente del Principado, Javier Fernández, ofreció ayer a la plantilla de la empresa con sede en Avilés, en el marco de una reunión con los secretarios generales de MCA-UGT, Eduardo Donaire, e Industria de CC OO, Damián Manzano, así como con los representantes de los trabajadores de Alcoa.

Fernández afirmó estar en contacto permanente con la empresa y también ser insistente en sus reclamaciones ante el Gobierno. Precisamente el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, se reunirá el martes día 22 de septiembre con el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, con la tarifa eléctrica y el problema de Alcoa como temas de trabajo. En este sentido, José Manuel Gómez de la Uz, presidente del comité de empresa, pidió al consejero que transmita "con fuerza" tanto la dificultad de las grandes industrias asturianas en general como la del sector aluminero en particular. "A Asturias hay que tratarla de otra manera", pidió De la Uz. Todas las miradas están puestas en ese nuevo modelo de subasta eléctrica que garantice a las empresas un precio de la energía competitivo y además estable, a varios años vista, no con subastas anuales como ahora.

Los ingredientes de la crisis de Alcoa son tres: esas dificultades del sector energético que incrementan considerablemente sus costes, la falta de inversiones en la fábrica avilesina que hacen que la planta se quede obsoleta, y la invasión de productos chinos en el mercado. Precisamente Francisco Blanco reiteró ayer que la viabilidad de la empresa está condicionada, en buena medida, por la falta de inversiones, aunque reconoció que "difícilmente se producirán en un clima de incertidumbre como el actual". De hecho, según relató el consejero, fue esa la respuesta que recibió de la dirección de Alcoa: "Que el escenario es de mucha incertidumbre a consecuencia de la subasta, donde de un año para otro hay 110 y 120 millones que se están jugando".

No obstante, Blanco insistió también en que el mensaje que Alcoa intenta transmitir al Gobierno es de tranquilidad: "No nos han trasladado ninguna decisión en relación con la planta de Avilés". Por eso el consejero considera necesario despejar la incógnita del marco eléctrico, para luego existir las inversiones necesarias con más contundencia. "No puedo saber las intenciones de la multinacional, sé lo que hay que hacer desde las administraciones. Si la subasta eléctrica es una excusa hay que hacer los deberes para que no lo sea y buscar de esta forma un futuro para la planta de Avilés".

Por su parte De la Uz, que también se reunió ayer con miembros de Podemos en la Junta (y cerró así la ronda de reuniones con todos los partidos con representación regional), explicó que en la reunión con el Presidente salió a la palestra todo lo que está sufriendo la plantilla, que se mueve entre el miedo y la incertidumbre. "Le transmitimos que en esta situación complicada lo único que puede hacer España es cambiar el marco regulatorio. Y entendemos que puede haber algún tipo de decisión por parte de la compañía, que está estudiando todas las posibilidades de mercado". El presidente del comité de empresa de Alcoa vio a Fernández y a Blanco "conscientes de lo que pasa, coherentes en sus explicaciones, y ni optimistas ni pesimistas del todo".

El próximo paso de este camino pasa ahora por la reunión del martes en Madrid, en la que Blanco intentará conseguir el anhelado compromiso del Gobierno central.