Alrededor de una veintena de puestos de trabajo se ha visto afectada por el cierre por obras de la piscina de La Magdalena, que realiza el Ayuntamiento. La cancelación de las actividades deportivas, y de algunas de las que se imparten en la piscina del Quirinal para tratar de absorber a parte de los usuarios de la primera, hace que el trabajo se haya reducido. Estos recortes no afectan al primer turno de trabajo (mañanas), que realizan funcionarios municipales, pero sí al de las tardes, que corresponde a empleados de la empressa Eulen. Esta empresa prepara un expediente de regulación de empleo para los 13 trabajadores con contrato indefinido.
"No sabemos hasta cuándo va a continuar esta situación, porque no sabemos ni cuando está previsto terminar la obra", explica Jorge Quirós, delegado de los trabajadores. Además, hay dos trabajadores fijos discontinuos y alrededor de una decena de trabajadores eventuales o de fin de semana que no tendrán trabajo hasta que se recuperen las actividades.
Los monitores se quejan de que, aparentemente, "el grueso de las obras no empezó todavía", después de que la piscina se cerrara ya el 30 de junio, por lo que "el Ayuntamiento ha tenido los meses de julio, agosto y septiembre para realizar la obra". La falta de información es la principal preocupación de los trabajadores afectados: "Esto no se informó a tiempo, ni a nosotros, ni a los usuarios. Ha habido una falta de planificación increíble. No tenemos constancia de cuándo tienen previsto acabar las obras", insisten.
"Se priorizó a los clubes privados frente al servicio público", añade Quirós. Actualmente utilizan las piscinas municipales cuatro clubes deportivos y todos ellos han tenido que acomodarse en la piscina del Quirinal, reduciendo aún más las actividades que ofrece esta instalación. "A nosotros nos da miedo, además, porque la gente va a empezar a realizar las actividades en otros sitios y a mitad de trimestre, si abre la piscina, no van a venir aquí", sentencia.
Por la mañana son los trabajadores de la Fundación Deportiva Avilés los que ofrecen las actividades. "Hay un ocultismo enorme. No sabemos ni lo que son las obras. Dos señoras me comentaron hoy que fueron a la piscina de La Magdalena y no había ni un cartel que dijera que está cerrada", afirma Manuel Horta, el responsable de la sección sindical de CSI en el Ayuntamiento. Horta añade el problema que supone para ciertos colectivos de usuarios: "No es solo por los usuarios en general, son también que hay otras actividades cuyo futuro desconocemos, como la campaña de los colegios o los cursillos para personas con discapacidad".
Malestar entre los usuarios. "Tenemos un enfado resignado, porque casi ni nos sorprende", afirma Juan Romero, uno de los asiduos al cursillo de mantenimiento para adultos en La Magdalena, actividad a la que acude con su mujer. "Ya pasó hace unos años -con el cierre para la mejora de eficiencia energética-, que durante el verano, cuando hay menos gente, no se hizo nada y cuando empieza el movimiento, se ponen a hacer las obras", añadió.
Hasta que comiencen los cursillos, el matrimonio asiste a la piscina con un bono, sin monitor. "Vale que los equipos no pueden parar de entrenar, pero con menos servicios hay que coordinarlos mejor. Las calles del público están abarrotadas", señaló Romero, que califica de "nefasta" la gestión del Ayuntamiento: "Si saben que estas cosas irán despacio, hay que empezarlas a planificar antes. La verdad que cuesta mucho entender que no puedan hacer las cosas a tiempo", sostiene.
Inscripciones abiertas para las actividades. Entretanto, la Fundación Deportiva Municipal abrió ayer el plazo de inscripción para las actividades en la piscina del Quirinal y hoy el de el resto de actividades de sala, cancha y al aire libre, que se puede formalizar en los centros deportivos municipales. Además anunció que también se cancelan las actividades acuáticas de fin de semana de ambas piscinas hasta que se reabra la piscina de La Magdalena. "La fecha de inicio de estas actividades y cursillos de natación se anunciará con la debida antelación, con el fin de causar las menores molestias posibles", sostienen desde el Ayuntamiento.
