"Lo que nos gusta es crear hogar para que la gente disfrute de las viviendas", señala Víctor Antuña, promotor inmobiliario que ayer presentó a los avilesinos un catálogo con todas las obras realizadas por su empresa desde el año 2006, muchas de ellas rehabilitaciones integrales de edificios. En el mismo acto hizo pública la nueva página web de la firma, "mucho mas intuitiva y fácil de manejar", indicó.

-¿Qué tipo de comprador se decanta por el edificio rehabilitado en detrimento del de nueva construcción?

-Es un cliente de mayor poder adquisitivo y por tanto que puede elegir; busca una vivienda especial, con huecos más amplios, techos más altos, elementos diferentes a las viviendas convencionales. Ahora prima el cliente que busca la excelencia, algo distinto.

-¿Dónde radican los mayores problemas a la hora de emprender una rehabilitación en Avilés?

-Las edificaciones en el casco histórico son estrechas de fachada y mucho fondo. Hay que darles luz en el centro del edificio porque de lo contrario no salen viviendas. La solución pasa por patios, lucernarios... lo que hace cambiar el tipo de tejado. Mantener el inmueble como está es complicado, no todos los edificios sirven; es el caso de algunos palacios del centro.

-¿Hay muchos edificios para rehabilitar?

-Hay pocos que sean antiguos, pero aún quedan algunos.

-¿Cuáles son las limitaciones que encuentran quienes viven en el corazón de la ciudad?

-La mayor desventaja es la comodidad del garaje pero al final, para muchos clientes no es lo más importante ya que quienen un piso que les llene. Hay gente que se gasta 600.000 euros en una vivienda sin garaje. Consideran que comprar en el centro es un valor seguro.Además, Avilés es una ciudad pequeña con garajes cerca.

-¿Es cierto que el mercado inmobiliario se mueve más?

-Se está activando un poco. Hace tres años nadie se atrevía a construir nada y ahora se retoma tímidamente. Y cuando hay promociones, la gente pregunta.

-¿Quién está comprando en el centro ?

-Antes había muchos tipos de compradores, desde el inversor a los jóvenes pasando por gente de todas las edades o familias que cambiaban de vivienda. Actualmente, este abanico se ha reducido a inversores y a personas con cierta capacidad económica, bien posicionadas, que trabajan los dos miembros de la pareja y buscan la comodidad de vivir en el centro.Los inversores, por su parte, compran porque el dinero en el banco no da rentabilidad y, por el contrario, el alquiler les reporta un dinero interesante, de entre el siete y el ocho por ciento libre de gastos. Los primeros quieren apartamentos pequeños frente a los segundos, que los buscan un poco más grandes, sobre todo con salones amplios, habitaciones más normales y cocina convencional.

-¿La moda de los chalets adosados sigue presente?

-Se construyen pero mucho menos, y es que el precio de una vivienda unifamiliar cerca de Avilés cuesta tanto como un adosado. La parcela está entre 50.000 y 60.000 euros y hacer una casa digna cuesta entre 160.000 y 180.00 euros. Si a esto añadimos el proyecto y los permisos vemos que por aproximadamente 250.000 tienen una casa unifamiliar en los alrededores de Avilés.

-¿Y un piso?

-Uno de cien metros se sitúa entre 200.000 y 220.000 euros.