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Las capturas de bonito registran en Asturias las peores cifras de la década

"La campaña fue un auténtico desastre", resume el sector

Las capturas de bonito registran en Asturias las peores cifras de la década

Los peores augurios de armadores y pescadores se han cumplido y la temporada de bonito del Norte, una de las más importantes del año, cierra en Asturias en mínimos, con una de las cifras de descarga más baja de la última década y con los ingresos también escasos. "La campaña ha sido un auténtico desastre. Muchos barcos empezaron con ilusión, pero la falta de buenas perspectivas provocó que abandonaran la costera", resumió ayer Ramón Álvarez, gerente de la sociedad "Nueva Rula de Avilés".

Los profesionales desconocen las razones por las que los túnidos no picaron este año el anzuelo, aunque algunos lo achacan a que los cardúmenes de bonito están a gran profundidad a causa de las corrientes marinas provocadas por el mal tiempo. A lo largo de la campaña, que comenzó a mediados de mayo, los barcos se han tenido que trasladar grandes distancias -hasta 800 millas mar adentro-. No obstante, en las últimas semanas los pescadores han detectado bancos de bonito cerca de las costas, "pero los peces no pican". La razón es que "hay mucho bocarte, que es de lo que se alimenta el bonito, por lo que no come la carnada que echan los barcos", dicen los expertos. "Ya está alimentado de sobra", añaden.

Según los datos que maneja la dirección general de Pesca del Principado, hasta el pasado 30 de septiembre se descargaron en los muelles asturianos, sobre todo Avilés y Gijón, 1.360.714 kilos de bonito, un 43 por ciento menos que el año pasado. En la última década, sólo se encuentra una cifra similar en 2011, cuando se vendieron en la región 1.397.874 kilos de bonito en toda la temporada. Este año aún faltan por contabilizar los datos de octubre, aunque en campañas anteriores las subastas en ese mes fueron casi testimoniales. "Ahora hay unos tres o cuatro barcos en la mar, pero llegarán en los próximos días y abandonarán la campaña", explicó Álvarez.

Siempre según la dirección general de Pesca, los mejores años en cuanto a descargas fueron 2005 y 2006, cuando se subastaron más de 2,3 millones de kilos de bonito cada año. Desde entonces, hubo que esperar hasta 2010 para volver a superar la barrera de los dos millones de kilos de bonitos, por los que se facturaron 9,3 millones de euros, los ingresos más alto de la serie histórica.

Los resultados económicos van parejos a las malas cifras de descargas. La escasez de capturas se suele traducir con un aumento de los precios, aunque en este caso la subida apenas se ha notada. Respecto al año pasado, el precio medio del bonito apenas se ha incrementado en 80 céntimos de euros, pasando de los 3,7 euros a los 4,5 euros. Hasta el 30 de septiembre, el bonito dejó una facturación en las lonjas de 6,1 millones de euros frente a los 7,3 millones del año pasado.

La rula de Avilés ha seguido la tónica de resultados en Asturias. No obstante, ha conseguido amortiguar la caída y las cifras de 2015 son las terceras peores de la última década. Según los datos del Principado, hasta el 30 de septiembre se vendieron en la lonja 769.439 kilos de bonito, por los que se facturaron 3,5 millones de euros. La peor cifra de la serie histórica se registró en 2011, con apenas 603.170 kilos, aunque con ingresos casi idénticos: 3,3 millones de euros.

Los mejores resultados en la rula avilesina se vivieron en el verano de 2006, con 1.232.476 kilos de bonito vendido. No obstante, los récords en cuanto a ingresos se batieron el año pasado, con más de 4,5 millones de euros de facturación gracias a los 1.200.235 kilos de bonito desembarcados en las instalaciones pesqueras locales.

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