Américo Borges Fernández, vecino de Somao (Pravia) e hijo de los propietarios del conocido restaurante que corona el Alto del Praviano, en Soto del Barco, murió ayer al mediodía como consecuencia de las graves heridas que le produjo la caída de la moto de gran cilindrada que conducía y el posterior impacto contra el talud de la carretera. Se da la fatídica circunstancia de que el chico, de 25 años, acababa de despedirse de sus padres, con los que había estado por la mañana en el establecimiento hostelero que regentan. Tras decirles adiós, arrancó la moto, tomó dirección a Soto por la antigua carretera nacional 632 y no llegó a circular ni trescientos metros; en la segunda curva que encontró en su camino perdió el control del vehículo y su cabeza golpeó de forma fatal contra el borde de la vía. Los servicios médicos desplazados al lugar no pudieron hacer nada por la vida del joven.

El accidente se produjo en el tramo descendente que conduce desde el Alto del Praviano a Soto del Barco, a la altura del cruce con las carreteras que llevan a La Corrada y La Ferrería (kilómetro 112,150). Al lugar del accidente se desplazaron unidades de la Guardia Civil, que regularon el tráfico e iniciaron la investigación de los hechos, y de los servicios sanitarios de emergencia. Según testigos presenciales, entre la moto (una Suzuki con placa de matrícula 9363 BZC) y el punto donde estaba el cadáver del conductor había unos cien metros de distancia. Según las pruebas practicadas con posterioridad por los agentes de Atestados de la Guardia Civil, el conductor de la motocicleta habría protagonizado una arrastrada de 113 metros después de haber salido despedido del vehículo, que supuestamente perdió la estabilidad al tomar una curva con trayectoria a la derecha. Al golpear contra el talud de la carretera se rompió el casco del piloto y, según todos los indicios, Américo Borges Fernández sufrió una fractura del cráneo que resultó mortal. El cadáver fue trasladado por los servicios funerarios al Anatómico Forense de Oviedo para practicarle la autopsia.

Cuando se supo que un motorista había tenido un accidente en la zona los padres de Américo Borges Fernández y algunos parroquianos del cercano restaurante se acercaron a interesarse por lo sucedido. Al llegar y ver la moto de su hijo por los suelos, la conmoción por la tragedia que adivinaban se apoderó de Américo Borges Marcelino y Alicia Fernández Cano, padre y madre respectivamente del difunto, a los que los agentes de la Benemérita hubieron de tranquilizar y conminar a que se retirasen del lugar.

El cadáver del joven ha sido recibido esta tarde a las 16.30 horas en la iglesia de Somao, donde se celebró el funeral de cuerpo presente; acto seguido recibió sepultura en el cementerio municipal de Pravia. Un grupo de motoristas acompañó al féretro.