"La solidaridad y el arte son las dos grandes expresiones del alma y aquí se manifiestan juntas", señaló el médico Armando Menéndez, presidente de la Fundación Armando Menéndez, durante el encuentro artístico solidario celebrado ayer por la tarde en la Escuela de Arte y Oficios. En el vestíbulo del centro, una treintena de alumnos y exalumnos acudieron a la llamada de Amado González Hevia, Favila, para enfrentarse a los lienzos blancos y realizar cuadros cuya venta permitirá adquirir un ecógrafo para la asistencia sanitaria de la población nepalí afectada por los terremotos de la pasada primavera. Todas las obras estarán expuestas para su venta durante aproximadamente diez días.

"He venido para recordar viejos tiempos en la escuela, reencontrarme con antiguos compañeros y echar una mano en una buena causa. Aquí me siento como en casa", apuntaba Marta Sabín, al tiempo que saludaba a una vieja amiga, con quien hace años participó en una exposición: Inma García, que también se mostraba muy complacida de formar parte del encuentro.

Artes y Oficios era ayer un hervidero de gente, entre artistas, profesores, vecinos y amigos que quisieron presenciar la jornada solidaria en la que el médico gijonés Armando Menéndez habló de las condiciones de vida en el valle de Katmandú, totalmente devastado por la agresión sísmica y donde su fundación presta ayuda. "Cuando llegué a Nepal, antes que alimentos me pidieron váteres, por lo que hicimos letrinas y refugios. Al principio, no lo entendía. El hambre lo puedes soportar, pero lo peor es perder la dignidad. Intenté, en la medida de nuestras posibilidades, devolver a la gente esa dignidad en forma de jabón, calderos, cepillos de dientes... objetos que no valoramos hasta que nos faltan".