El Plan de gestión para el caladero del Cantábrico noroeste hecho público ayer por el Gobierno central es "irrisorio", a juicio del recién reelegido presidente de la Federación de Cofradías de Asturias, Dimas García. "Es penoso y nos daña a todos. El atrevimiento llega al punto de que no han recogido ninguna de las alegaciones que presentamos, ni siquiera una que tenía que ver con unas coordenadas que estaban mal y siguen mal", manifestó ayer. De todos los epígrafes que recoge el Plan, el que más perjudica a la flota asturiana tiene que ver, un año más y van dos, con el reparto de los cuotas de caballa (xarda). De ahí que los pescadores estén sopesando ir a los tribunales, como hicieron con el anterior. Entonces, hubo un fallo favorable de la Audiencia Nacional al recurso de la Federación de Cofradías, idéntico al presentado por el Principado, que ha sido objeto de recurso de casación ante el Tribunal Supremo por parte del Estado.
García esgrime que el Gobierno de Mariano Rajoy reparte los cupos de forma "lesiva" para los intereses asturianos. "La distribución es inadecuada y no se ajusta a la representatividad de cada flota. Además ocasiona problemas de viabilidad económica para la flota artesanal, de la que pasan olímpicamente", precisa el presidente de la Federación. Y agrega que "se están cachondeando de nosotros y la solución será ir de nuevos a los tribunales". De las 895.900 toneladas de xarda que se podrán pescar el año que viene, España apenas se queda con 33.723, un 15 por ciento menos que este año. A esto hay que añadir, según los afectados, el reparto asimétrico que aplica el Gobierno español entre las comunidades del Cantábrico y que perjudica especialmente a la flota asturiana.
"El País Vasco, entre Vizcaya y Guipúzcoa, tiene más cuota para la pesca de caballa que nosotros con menos flota. En Cantabria, pasa más de lo mismo", critica Dimas García. El Plan de gestión para los buques que faenan en el caladero del Cantábrico noroeste (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) pretende regular la pesquería y que sea sostenible ambientalmente, además de económicamente viable, según se desprende del documento publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado. Afecta a las embarcaciones de arrastre de fondo, volanta, rasco, palangre de fondo, cerco y artes menores y distribuye las cuotas asignadas a España de pixín (rape), jurel, merluza, gallos, bacaladilla, cigala, anchoa y caballa. El reparto de las especies sometidas al régimen de TAC (Total Admisible de Capturas) y cuotas que contempla dicha orden se ha efectuado de acuerdo con los datos de consumo de capturas históricas de los que dispone la Secretaria General de Pesca.
Los anexos especifican, entre otros, el plan de pesca del cerco en el citado caladero, el plan para determinadas artes de enmalle en las provincias marítimas de Gijón, Santander, Guipúzcoa y Vizcaya, el plan para el arrastre de fondo en el Cantábrico noroeste y las limitaciones a la pesca con determinados artes fijos. La orden recoge también la distribución de las posibilidades de pesca por buques de arrastre de fondo de manera global por modalidad, de merluza por buques (para las modalidades de palangre y de fondo y volanta de fondo) y la pesquería de caballa.
También detalla la distribución de las cuotas de caballa y jurel para la flota de cerco del Cantábrico noroeste así como para la flota de otros artes distintos de arrastre de fondo y cerco del mencionado caladero.
