La mochila con 68.000 euros que localizó y devolvió un trabajador del hipermercado del centro comercial de Trasona permaneció durante más de una hora a la intemperie. El empleado, carguista de la cadena Carrefour, descubrió el martes por la mañana una mochila roja y una cazadora en el interior de uno de los carritos estacionados en el aparcamiento del centro comercial, como informó LA NUEVA ESPAÑA. Pero confiado en que el propietario sería un cliente que aún se encontraba por la zona, dejó los enseres en el mismo lugar. "Salió otras dos veces a por los carros, y cuando vio que la mochila seguía allí fue cuando la cogió y la llevó a los vigilantes de seguridad", explicó ayer el responsable de la cadena francesa en el centro de Trasona, que rehusó hacer una valoración del hallazgo y del comportamiento ejemplar de su empleado. "Se cumplió con el protocolo (sobre objetos perdidos) a rajatabla. Estamos encantados por la honradez que ha demostrado el trabajador", se limitó a aseverar Juan Hermida.
Los comentarios sobre el hallazgo protagonizaron durante todo el día las conversaciones en el híper de Parque Astur. "Pues el dueño del dinero tiene que estar forrao, para llevar todo eso encima", comentaba una trabajadora a una compañera. "Ya le podían haber dado algo al que lo encontró", le respondía la interlocutora. "Vaya susto que se debió llevar el tío. Menuda suerte tuvo en recuperarlo", añadía otra trabajadora, en uno de los pasillos del establecimiento.
Y es que suerte tuvo, y mucha, el propietario de los 68.000 euros. El gozoniego había sacado hace días ese dinero del banco y, desde entonces, lo lleva encima por temor a dejarlo en casa y que se lo roben, según trascendió de la investigación. Así, mochila en mano, acudió el martes a hacer la compra al híper de Parque Astur a primera hora de la mañana. Un descuido, a punto estuvo de dejarle sin un euro.
El gozoniego olvidadizo recuperó su dinero gracias a la honradez del trabajador, que normativa en mano tendría derecho a una recompensa por su buena fe. El Código Civil obliga al propietario del dinero extraviado a entregar un porcentaje de la cantidad a la persona que favorece su devolución, que oscila entre el 5 y el 10%, en función de la suma devuelta.
