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Avilés, beneficiada por los acuerdos de París

El pacto internacional para frenar el aumento de las temperaturas potencia la industria de los aerogeneradores, clave en la comarca

Pieza de grandes dimensiones fabricada por Idesa. RICARDO SOLÍS

París, la ciudad de la luz, ha marcado un punto de inicio para una nueva era de la energía con la que los 195 países firmantes del acuerdo contra el cambio climático pretenden reducir las emisiones contaminantes y mantener el aumento de las temperaturas por debajo de dos grados en los próximos años. Este objetivo ya ha tenido sus primeros efectos en los mercados, con importantes subidas en bolsa de las compañías del sector renovable. Los vientos que soplan desde la capital gala puede tener fuertes repercusiones en el sector empresarial vinculado a la producción de energías verdes, como los fabricantes de aerogeneradores, según los expertos. Y Avilés es uno de los grandes centros de la fabricación de piezas eólicas.

Precisamente una de las empresas que más está beneficiándose del repunte bursátil del sector es la multinacional Gamesa, que tiene una alianza comercial con Windar Renovables. Ambas compañías acaban de finalizar el montaje de la primera estructura del parque Wikinger, que se instalará en aguas del Mar Báltico por encargo de Iberdrola. Como ya se daba por hecho que se iba a alcanzar este acuerdo en París, en 2015 Gamesa logró un 100,82 por ciento de beneficios en bolsa, mientras que Acciona, otro de los gigantes del sector, alcanzó nada menos que un 33,29 por ciento.

Según los datos de la Autoridad Portuaria de Avilés, más del 60 por ciento de los buques que utilizan las instalaciones de la margen derecha de la ría están vinculados a la exportación de grandes piezas relacionadas con el sector energético: eólicos, maquinaria para centrales y otros componentes. Es muestra de la relevancia del sector energético, principalmente eólico, que se ha generado en torno a la ría de Avilés. Las empresas, instaladas muy cerca del puerto, tienen en el estuario la mejor puerta para exportar sus productos de gran volumetría al resto del mundo. En 2014 se movieron desde el puerto avilesino 71.590 toneladas de piezas eólicas, y la previsión es que en 2015 la cifra sea similar. El puerto de Avilés tiene, al igual que el de Gijón, una ventaja estratégica: que está a pocas horas de navegación de las principales ubicaciones de los parques eólicos de alta mar proyectados para las aguas europeas del Mar del Norte y el Mar Báltico. La distancia estimada desde Avilés es de 40 horas de navegación.

Pero no sólo las empresas del grupo de Daniel Alonso e Idesa -que, aunque tiene sede en Gijón, cuenta con talleres en Avilés- pueden salir reforzadas con el pacto climático. También el sector del metal está llamado a jugar un importante papel. Arcelor, por ejemplo, tiene una alianza con Daniel Alonso para desarrollar proyectos de investigación y desarrollo con el objetivo de fabricar nuevos tipos de acero para la energía eólica "offshore", que es la que se instala en alta mar.

Según el acuerdo firmado en la Cumbre del Clima de París, los países se comprometen a que "las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo lo antes posible, teniendo presente que los países en desarrollo tardarán más en lograrlo, y a partir de ese momento reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, para alcanzar un equilibrio entre las emisiones antropógenas por las fuentes y la absorción antropógena por los sumideros en la segunda mitad del siglo". Y el compromiso económico para ello es poner en marcha un sistema de financiación de 100.000 millones de dólares al año hasta 2025. Esas inversiones vendrían a beneficiar de forma importantísima al sector de las renovables.

No obstante, aún es pronto para saber cómo se concretarán las inversiones. El director de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), Fermín Corte, hizo ver que los acuerdos alcanzados son muy generales. "Los gobiernos que han firmado el acuerdo determinarán las medidas de apoyo a las renovables. Pero en este momento no sabemos todavía qué repercusión tendrá", afirmó Corte. El director confía en que las buenas intenciones se traduzcan en medidas concretas. "De todas formas la Unión Europea sigue apoyando las energías renovables, ya hay muchas medidas de apoyo, y supongo que a partir de ahora haya más".

Según un informe realizado el año por el Consejo del Clima, la reducción de los costes posibilitó que la inversión en renovables aumentara más del 50 por ciento, y el empleo en todo el mundo pasara de 3 a 7,7 millones de personas desde 2009 hasta 2014. Y es que los precios de los módulos fotovoltaicos se redujeron en un 75 por ciento, mientras que los costes de la energía eólica lo hicieron en más de un 30 por ciento. De ahí que las renovables ya no sean sólo una apuesta en aras de un medio ambiente más limpio, sino también una opción de negocio. Este informe del Consejo del Clima también revelaba que es necesario triplicar o cuadriplicar la reducción de emisiones para el año 2050 si se pretende combatir el cambio climático.

Ante los acuerdos de París, la Agencia Internacional de la Energía cifró en 13,5 billones de dólares la inversión en 15 años para cumplir con el recorte de emisiones, y precisamente las energías solar y eólica son las grandes beneficiarias de esa iniciativa. El objetivo, según la agencia, es que en 2030 el consumo de energías renovables sea el 36 por ciento del total de energía, lo que supone duplicar la cuota respecto a la del año 2010.

Los inversores más ricos del mundo en materia tecnológica liderados por el fundador de Microsoft, Bill Gates, presentaron en el marco de la Cumbre de París una plataforma de financiación de proyectos de desarrollo de energías limpias, la Breakthrough Energy Coalition. Uno de los grandes retos que tienen por delante las renovables es conseguir su almacenamiento.

Avilés tiene, pues, una oportunidad de oro para aprovechar el esperado nuevo impulso del sector de las renovables. Por lo pronto, piezas con sello asturiano ya salen rumbo a los parques de toda Europa. Pero no sólo en energía eólica tiene potencial la localidad; también en energía solar, gracias a investigaciones como la que realiza el ITMA para generar una "piel inteligente" capaz de iluminar edificios sin gasto energético. La esperanza de un mundo más verde que se fraguó en la capital francesa es también una buena noticia para el desarrollo económico de Avilés.

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