Las multinacionales asentadas en Avilés despidieron un 2015 marcado por la inestabilidad de los mercados y por el bajo precio de cotización de los metales y se preparan para un 2016 que comienza con la incertidumbre de miles de trabajadores. Los de Alcoa continúan a la espera de que la multinacional despeje el futuro de la aluminera en España, los de la química Du Pont aguardan noticias sobre los recortes anunciados por la fusión con Dow y en Saint-Gobain se mantienen a la expectativa por los ajustes que quiere poner en marcha la compañía para ahorrar ocho millones de euros en 2016 en la factoría de La Maruca. Mejores vientos soplan en Asturiana de Zinc (Azsa), que ha batido de nuevo récord de producción, y en Arcelor, que sigue adelante con las inversiones millonarias anunciadas en 2015. Pero tampoco en sendas multinacionales quieren echar campanas al vuelo. La industria metalúrgica, sostienen, atraviesa por un momento complicado, agravado además por las importaciones chinas.
Arcelor-Mittal
En la gran siderúrgica insisten en que "el sector del acero en Europa, y por tanto también en España y Asturias, atraviesa por un momento muy delicado". "Dos grandes desafíos están condicionando muy seriamente su viabilidad económica: por un lado, las masivas importaciones de acero de China y Rusia a precios por debajo de los costes de producción (España es el tercer destino de las importaciones de acero de China en Europa), hecho que se vería agravado por la posible consideración de China como economía de mercado; y por otro, la propuesta de la Comisión Europea de revisión del Esquema de Derecho de Emisiones en la Unión, que produciría una exportación de mano de obra a países terceros importando e misiones de CO2 e introduciría un sobrecoste inasumible para el sector, llegando a ser de 28 euros por tonelada en 2030", explicó un portavoz de la compañía.
Arcelor Mittal genera empleo en España para más de 10.000 trabajadores, de los cuales 5.400 son empleos directos en Asturias y 1.600 indirectos. "Nuestro reto para 2016 será poder mantener la actividad productiva y por tanto el empleo de todas esas personas teniendo en cuenta el entorno tan agresivo en el que desarrollamos nuestra actividad", señaló el mismo portavoz.
La multinacional tiene en marcha inversiones millonarias en las instalaciones asturianas: más de 100 millones de euros en varias instalaciones (principalmente la acería de Avilés y los trenes de carril y chapa) y otros 100 millones para las baterías de coque de Gijón.
Asturiana de Zinc
Asturiana de Zinc (Azsa), que emplea a unos 1.200 trabajadores (incluyendo los de las subcontratas), despide 2015 con una nuevo récord de producción: 516.041 toneladas. Desde 2009 la compañía propiedad de la corporación industrial Glencore International viene superando año tras año su récord histórico de producción. En 2014 salieron del Principado 514.541 toneladas. Una de cada 25 toneladas de cinc metal que se produce en el planeta se fabrica en la factoría de San Juan de Nieva.
La baja cotización del metal llevó a la dirección mundial de la corporación Glencore a anunciar en el último trimestre del año el recorte en un tercio (500.000 toneladas) de la producción de mineral de cinc (blenda). Con esta medida, el grupo logró su objetivo de apreciar el valor del metal, que marca la Bolsa de Metales de Londres (LME).
En medios sindicales sostienen que no hay inversiones previstas a corto plazo en la factoría de San Juan de Nieva y que una posible ampliación "dependerá de cómo se comporten los mercados y del problema de deuda de la empresa matriz". La compañía que controla la fundidora castrillonense, la más productiva del planeta, reconoció recientemente a sus inversores que tiene un plan para reducir las deudas contraídas tras la compra del gigante minero Xstrata en el año 2013 (unos 20.000 millones de dólares). Ese plan implica la venta de activos, la reducción de los gastos de capital, la suspensión de los pagos de dividendos y el aumento del capital social.
Alcoa
Incertidumbre y cautela es el ambiente que se respira en la fábrica aluminera de la multinacional Alcoa en este cambio de año. La factoría de San Balandrán, que emplea en total a unos 550 trabajadores, continúa produciendo al 65% de su capacidad y el comité estima que la cifra aumentará ligeramente en 2016 puesto que Alcoa obtuvo cinco megavatios más de potencia para la planta en la subasta de incentivos eléctricos que se celebró el pasado septiembre. "En 2015 hemos estamos produciendo con 175 cubas y calculamos que pasaremos a 185", explicaron desde el comité de empresa.
Los representantes de la aluminera, que amenazó con el cierre en 2014, se mantienen en alerta ante la falta de información sobre las previsiones de Alcoa para la fábrica avilesina. El comité manifestó recientemente su temor a que la multinacional haya iniciado el proceso de venta o cierre de la planta. La competitividad de la fábrica está lastrada por los elevados costes eléctricos derivados de la carencia de un marco energético estable, por el bajísimo precio del metal y también por la entrada en España de producto extracomunitario. A todo esto se añade, según los sindicatos, el "total abandono de las instalaciones", incluido el mantenimiento. La entrada en el país de aluminio procedente de una planta de Arabia Saudí de la que Alcoa posee el 25% también hizo saltar chispas en la recta final del año en la plantilla de la aluminera.
La compañía advirtió, tras la subasta eléctrica del pasado septiembre, que habría ajustes en 2016. Pero a día de hoy, los trabajadores siguen sin tener noticia alguna sobre los planes de Alcoa para el nuevo año. Una portavoz de la multinacional aseguró hace unos días que la fábrica sigue con su "actividad habitual" y con pedidos para 2016.
Así las cosas, en el nuevo año se mantendrá la incertidumbre. "Veremos qué medidas adopta el nuevo Gobierno entrante, si es que lo hay, para las industrias electrointensivas. Desconocemos si se mantendrá el sistema de subastas o si se adoptarán nuevos mecanismos o ayudas", apuntaron desde el comité de Alcoa, compañía que cuenta con otras dos fábricas en España (La Coruña y la lucense de San Ciprián).
Saint-Gobain
A la expectativa también se encuentran los trabajadores de Saint-Gobain. La empresa francesa ha decidido fusionar las delegaciones de España e Italia para crear una nueva, la del Mediterráneo; una transformación que será se hizo efectiva el 1 de enero y de la que los representantes de los trabajadores no disponen de información alguna. Desconocen, por tanto, si se derivarán cambios en la fábrica de esta fusión.
Lo que sí ha comunicado la compañía a los sindicatos en la recta final del año es que en 2016 habrá que apretarse el cinturón. La multinacional francesa quiere ahorrar 8,9 millones de euros en la factoría de La Maruca, a la vez que pretende invertir unos cuatro millones. Está previsto que la firma presente mañana su plan de reducción de costes.
La compañía sostiene que durante la negociación del convenio colectivo (en 2015) ya manifestó la necesidad de emprender una serie de ajustes para mejorar los resultados y la competitividad, si bien los representantes de los trabajadores solicitaron entonces sacar estas conversaciones del marco del convenio y enfocarlas en cada centro (también están previstos ajustes en la planta catalana de Arbós).
