El secretario de Estado de Pesca, Andrés Hermida, mantuvo un encuentro con el sector para abordar el futuro de la sardina. En ese sentido, la próxima semana habrá un encuentro bilateral entre España y Portugal para concretar las cantidades a repartir. Eso sí, las perspectivas son "malas" ya que la biomasa de la especie es muy escasa. La previsión es reducir un 25 por ciento la cuota en 2016 y, en consecuencia, pasar de las 19.000 toneladas de 2015 a 14.000.

La idea es que el cupo que le toque a España se reparta en un 60 por ciento para la flota cantábrica y en un 40 por ciento para la del golfo de Cádiz. "Se trataría de mantener la pesquería abierta nueve meses, entre marzo y noviembre, con limitaciones de desembarcos semanales. Y si hay que cerrar la pesquería porque no hay capturas, está ya aprobado la posibilidad de dar ayudas para los paros", explicó Vizcaíno.

"No creemos que sea necesaria la veda porque consideramos que el limitar la pesquería entre marzo y noviembre ya es suficiente", aseguró Hermida. En este sentido, puso sobre la mesa que de las 9.000 toneladas de cuota de sardina que correspondieron a España en 2015 "sólo" se pescaron 7.400 toneladas, "un 82% de la cuota".