Los afectados por el plan del casco histórico avalan el avance del nuevo documento que elabora el Ayuntamiento. Casi una década después de que recibiera el encargo de desarrollar el informe el arquitecto Carlos Ferrán y, tras muchas vicisitudes, alegaciones y reveses judiciales, la nueva propuesta que redactan los técnicos municipales parece estar en mejor disposición de lograr el consenso. La intención del gobierno es entregarlo a los grupos de la oposición en los próximos días para su estudio, una vez que estén perfilados los últimos aspectos técnicos.
Según algunos de los propietarios implicados en esta actuación, que pretende sentar las bases de la cirugía urbanística necesaria en el casco histórico en aquellos solares pendientes de reordenación, el texto en el que trabajan los técnicos es "sólido técnica y jurídicamente", a diferencia del "desaguisado" que era el plan anterior. "Además, existe buen espíritu de colaboración y agradecemos a los técnicos el esfuerzo que están haciendo", dicen. Así pues, aunque seguro que existe alguna alegación, se aleja la posibilidad de nuevos conflictos judiciales que vuelvan a echar por tierra el documento.
Uno de los objetivos clave con los que trabaja el gobierno es dejar al descubierto un segmento de muralla y despejar el entorno del ábside de la iglesia de San Antonio (antes de los Padres Franciscanos) y de la capilla de Las Alas. Se trata de una aspiración abanderada recientemente por la asociación de vecinos "Pedro Menéndez" del Centro y que cuenta con el beneplácito de diferentes entidades y partidos políticos. Esta es una de las grandes novedades del nuevo documento, pero no la única. Y es que ahora permite desarrollar cada actuación por separado, sin vinculación entre ellas, y revisa también la exigencia de equipamientos públicos que se imponía como carga a los promotores.
La elaboración de este segundo documento fue encargado por decreto de Alcaldía y llevado a Pleno en agosto de 2014 después de que el TSJA tumbara por defectos de forma el documento anterior. El arquitecto municipal Julio Redondo es el que coordina el plan que, aunque prácticamente definido a finales del mandato pasado, llega ahora a su debate. Así lo explicó en su día el portavoz socialista, Luis Ramón Fernández Huerga: "Llevarlo a Pleno unos días antes de las elecciones haría que estuviera demasiado afectado por el debate de la campaña. Por eso la discusión política, la negociación y el debate en el Pleno tienen que corresponder a la próxima Corporación".
La intención del nuevo plan especial de mejora del casco histórico es recuperar la muralla a costa de eliminar cinco edificios en el segmento que une La Muralla con El Muelle y que apoyan sus traseras en el patio medieval. En cuanto a la parte interior de ese mismo segmento amurallado se reordenará para dejar un pasillo deambulatorio tras el ábside y la capilla de Las Alas.
Con la definición de este plan el gobierno avanza en sus deberes urbanísticos del mandato, que pasan también por la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para el acomodo de la pieza conocida como la Nueva Centralidad y la aprobación del correspondiente plan especial. Este proyecto quedó paralizado hace cuatro años por presiones de UGT y CC OO, que convencieron a los grupos de la oposición de rechazar una propuesta de la que recelaban al pensar que ponía en riesgo puestos de trabajo vinculados a la industria.
