Los catorce tripulantes del carguero "Lyubov", de nacionalidad rusa y ucraniana, permanecen abandonados a su suerte desde hace un mes en el Puerto de Avilés. Capitanía Marítima detectó una serie de deficiencias que tienen que ver tanto con incumplimientos laborales como con déficits técnicos en el mercante, y la tripulación está desde el pasado 19 de diciembre en el buque. La empresa ucraniana para la que trabajan no les da ninguna solución, aseguran. "Llevamos meses sin cobrar, no tenemos ropa de trabajo, se nos acaba la comida y los productos de limpieza. Queremos que nos paguen y poder volver a casa", explicaban ayer, visiblemente desesperados.

Entre los más molestos de la tripulación se encuentra la cocinera, Tatiana Goncharova; su marido, Gustave Alexander; y otros dos hombres que llevan nueves meses a bordo del "Lyubov", desde que partieron de un puerto chino. "No nos pagan desde hace meses. No sabemos cuando se va a solucionar esto. No tenemos ni ropa de trabajo", insiste la única mujer a bordo, señalando a sus pies, enfundados en unas zapatillas, y los de sus compañeros, calzados con chanclas.

La Cruz Roja está atendiendo las necesidades básicas de la tripulación (les suministra comida y productos de higiene personal y doméstica) mientras que la Autoridad Portuaria está recogiendo las basuras y letrinas al buque, para mantener las condiciones de salubridad, en tanto el barco permanece inmovilizado en los muelles de Raíces. Tatiana Gonchanova mostraba ayer por la mañana la nevera vacía a los periodistas. Unas horas después, voluntarios de Cruz Roja llevaron al barco carne, pescado, aceite, pasta, pollo, patatas, fruta e, incluso, unas pastillas para la presión arterial que solicitó la tripulación. También piden ropa de abrigo.

El "Lyubov", de las islas Cook y con bandera de conveniencia, atracó en Avilés con 4.500 toneladas de fertilizantes el 19 de diciembre. El sindicato internacional del mar ITF tuvo conocimiento de la problemática en el mercante el pasado 7 de enero, una vez que la consignataria comunicó su renuncia. Desde la central, reconocen que "es un caso extraño porque el barco es muy nuevo (de 2014), con flete y sin historial de accidentes". El operador es una empresa ucraniana que debe a algún tripulante hasta nueve meses y algunos marineros ya cumplieron contrato y deberían haber vuelto a su país.

El sindicato internacional del mar ITF consiguió contactar ayer con un intermediario de la compañía (Poseidon LTD), que mostró su confianza en que la empresa cumplirá el convenio, pagará a los trabajadores y los repatriarán. "El armador envió ayer un nuevo capitán al barco, pero el anterior no quiere abandonar el buque hasta cobrar lo que le deben y ver resuelva la situación", comunicaron fuentes de esta organización.

Precisamente en unos días se cumple una década del accidente del "Grenland". Tras encallar en la bocana, el armador abandonó a la tripulación durante dos meses en Avilés. Entre seis y catorce meses pasaron en la ciudad seis hombres a bordo del buque "Orient Star" en 2007.