"Hoy es un día triste no solo por la muerte de nuestra hermana Ascensión sino porque todas las instituciones, la política, la judicial y la propia Iglesia hemos vuelto a fallar. No podemos dejar anidar en nuestros corazones odio y rencor. Pero quien hace esto debe pagar, porque algunos no han tenido ni la poca vergüenza de pedir perdón", sentenció esta tarde Alfonso Abel Vázquez, el párroco de la iglesia del polígono de La Magdalena durante el funeral por la avilesina Ascensión Amores, la primera víctima por violencia machista de este año en Asturias y la octava a nivel nacional.

Julio Pardo asfixió a su mujer, Ascensión Amores, con una almohada y le propinó varios golpes en la cara con una llave inglesa, según el informe preliminar del forense elaborado durante el levantamiento del cadáver. En el escenario del crimen, los investigadores hallaron la herramienta que presuntamente utilizó el confitero avilesino, de 45 años, para acabar con la vida de su pareja, de 46. También el almohadón manchado de sangre. Amores llevaba horas muerta -se estima que unas veinte- cuando la Policía Nacional localizó su cadáver en el dormitorio conyugal, en el número 11 de la calle Ramón y Cajal de Avilés. Presentaba un traumatismo craneoncefálico severo.

Problemas económicos de la pareja, al frente de la pastelería La Duquesita desde 2006, son el posible móvil del crimen que tiñó de luto el barrio del Carbayedo, según fuentes próximas a la investigación. Los familiares de Ascensión Amores, conocida como Susi, ayer no se habían recuperado del fuerte impacto por lo sucedido. Descartaron problemas de pareja o de liquidez. Un hermano de la víctima, Joaquín, y su esposa Yaqueline Iglesias encabezaron la concentración silenciosa que se celebró en la Plaza de España. Ambos, visiblemente abatidos, estuvieron arropados en todo momento por la alcaldesa, Mariví Monteserín.

El presunto homicida, que fue encontrado junto al cadáver de su mujer en el domicilio que compartían, fue trasladado el miércoles por la noche desde el Hospital San Agustín al Hospital Universitario Central de Asturias, según comunicaron desde el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Julio Pardo sufre una importante intoxicación. El pastelero habría ingerido pastillas y dos botellas de whisky.

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha informado que Pardo no podrá prestar declaración hasta la próxima semana, probablemente el lunes, dado que persiste una situación médica que no le permite declarar este viernes en el Juzgado. El presunto autor del crimen del Carbayedo estará defendido por un letrado ovetense contratado por su familia, según ha podido saber este diario.

El cadáver de la avilesina llegó ayer por la mañana al tanatorio de Avilés y durante todo el día sus familiares recibieron enormes muestras de afecto por parte de amigos, allegados y clientes de La Duquesita, la pastelería de la céntrica calle de Fernández Balsera que regentaba la pareja. El funeral por Susi Amores Porcel se celebrará esta tarde (17.00 horas) en la iglesia parroquial de San Agustín, en el polígono de La Magdalena. Acto seguido, recibirá sepultura en el panteón familiar de La Carriona.

La última persona con la que habló Ascensión Amores antes de perder la vida de forma violenta fue con su madre, María. Luego, nadie más supo de ella. Los familiares hicieron sonar las alarmas anteayer, cuando La Duquesita no abrió sus puertas al público tras el descanso semanal del martes. El mismo miércoles, a las dos de la tarde, los bomberos y agentes de la Policía Nacional accedieron al piso de la pareja, en la calle Ramón y Cajal. Entonces, los investigadores hallaron a Ascensión Amores en el dormitorio, muerta. A su lado, su marido y presunto autor del crimen que tiñó de luto las calles de Avilés. La pareja era muy conocida en la ciudad, donde participaba activamente en diferentes eventos gastronómicos, como el "Sweet Llambión".

Ayer, decenas de avilesinos salieron a la calle para reclamar justicia. Lo hicieron por la mañana, en la concentración silenciosa de cinco minutos de duración convocada por el Ayuntamiento, el Principado y la Delegación de Gobierno, y en diferentes movilizaciones que se celebraron en distintos puntos de la comarca, organizadas por entidades públicas y privadas. Por Ascensión Amores, se encendieron velas en El Parche y a la puerta del negocio familiar de Fernández Balsera. Fue el homenaje de una ciudad una vez más golpeada brutalmente por la violencia machista.