La emisión de partículas contaminantes se redujo más de un tercio en la última década. Este es uno de los datos que se desprenden de las mediciones de partículas de menos de 10 micras (PM-10) realizadas por el Principado, y que marcan el año 2009 como el punto de inflexión para la mejoría de la calidad del aire. Y es que, hasta ese año, ninguna de las cuatro estaciones del concejo avilesino aprobaba en el número máximo de días permitidos con superación del valor medio de PM-10, que es de 35. Sin embargo, en 2010 ya cumplieron las estaciones de Llaranes y de la Plaza de la Guitarra, y, a partir de 2013, también la de Llano Ponte, con lo que la estación de Matadero queda ahora como el principal punto conflictivo de la calidad del aire en el concejo.
Elena Marañón, la directora general de Prevención y Control Ambiental, afirma que, sin ser los datos idóneos, especialmente por el déficit de Matadero, "el número de superaciones va bajando, y también el valor medio anual de emisiones baja o se mantiene". Las razones de por qué a partir de 2009 las emisiones comenzaron a bajar en picado Marañón las busca en el mayor control del Principado sobre las actividades industriales: "En 2008, se empezaron a dar las autorizaciones ambientales integradas, restringiéndose límites. Y empezó a surtir efecto".
La ubicación de la estación de Matadero, en pleno meollo industrial, es una de las razones que siempre se aluden a la hora de justificar los malos datos. El último año, el número de días con exceso de PM-10 fue de 108, frente a los 35 permitidos. Sin embargo, Marañón explica que no se puede cambiar de emplazamiento. "Aun reconociendo el Ministerio que la estación no está bien ubicada, no dejan modificar su ubicación hasta que no cumpla durante dos años seguidos con valores buenos de mediciones", dice. Y reconoce que lo ideal sería poder trasladarla a otro lugar más significativo de la calidad del aire en el concejo.
La directora general aboga por seguir mejorando la calidad del aire, teniendo en cuenta, no obstante, las circunstancias. "Tiene mucho peso la industria, pero mucho también el tráfico, que es un tema más complicado de abordar y que está vinculado a planes de movilidad. En el estudio que se está haciendo sobre la dispersión y distribución de focos, que presentaremos en breve, se ha visto que, en algunas estaciones, es equiparable la influencia de la industria y la del tráfico", apunta.
Los valores medios anuales de otros contaminantes diferentes de las PM-10 cumplen, y en algunos casos con creces, los máximos permitidos de dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2) y monóxido de carbono (CO).
