A Juan Cuesta le ha salido caro llamar "puta vaga" a la otra edil de su partido, Carmen Pérez Soberón, a través de Whatsapp. Ciudadanos comunicó ayer la expulsión de su portavoz municipal en el Ayuntamiento de Avilés al considerar que ha cometido una falta muy grave. El Comité Ejecutivo Nacional de la formación naranja culmina así el expediente disciplinario que abrió al concejal por incumplir los estatutos de régimen interno.

"Los estatutos son un marco inquebrantable que garantizan la regeneración y transparencia en la formación. El comportamiento de dicho concejal no se adecuaba a las exigencias que un partido regenerador y democrático como Ciudadanos se marca en la nueva forma de hacer política y por ello se trabaja en el cumplimiento de un ideario que garantice la responsabilidad y el compromiso", afirmaron ayer los responsables de la formación naranja en un comunicado. La expulsión no es aún efectiva, ya que Cuesta tiene la posibilidad de recurrir esa decisión ante el comité de garantías, una opción que empleará. Por el momento, el partido no le ha pedido que abandone el acta de concejal, aunque ha formulado su expulsión.

El delegado de grupos institucionales, José Carlos Fernández Sarasola, afirmó ayer que "la expulsión es el castigo más duro que puede imponer el partido a quien haya incurrido en una falta muy grave". Los hechos se remontan al pasado 12 de febrero. Entonces, Juan Cuesta "se equivocó" de conversación de Whatsapp y llamó "puta vaga" a Carmen Pérez Soberón en un grupo que tenía abierto con otros miembros del partido, incluida la propia edil. La agraviada pidió amparo a la dirección del partido en Asturias, que presentó una denuncia ante el comité nacional. El servicio disciplinario de la formación naranja abrió entonces un expediente de investigación, que acaba de resolver. Cuesta pidió perdón a su compañera, pero no ha sido suficiente para la dirección nacional.

El partido naranja sostiene que trabaja "con el cumplimiento de un ideario que garantice la responsabilidad y el compromiso". "En Ciudadanos no se toleran este tipo de actuaciones porque entendemos que no caben en una organización sólida, coherente y transparente. Se trata de un ejemplo más de regeneración democrática que otros partidos deberían emular", concluye Fernández Sarasola.

La expulsión de Juan Cuesta de Ciudadanos supondrá el punto final a las tensas relaciones entre el portavoz municipal y Carmen Pérez Soberón, la otra edil. Casi desde que comenzó el mandato, los desencuentros han sido constantes. La relación nunca fue fácil, pero con el paso de los meses se fue degradando más aún. En varias ocasiones, el concejal manifestó de forma pública su malestar con su compañera, a la que ha llegado a afear que no le pase documentación o que no acuda a las comisiones en las que está delegada y a alguna de las sesiones plenarias.

El paso de Cuesta por Ciudadanos, si finalmente se ejecuta la expulsión, habría durado menos de dos años -se afilió tras las elecciones europeas de 2014-, el último de ellos en primera línea tras ser elegido candidato del partido en las elecciones locales y obtener escaño. Ahora, deberá decidir si se queda en el Ayuntamiento de Avilés como concejal en el grupo mixto o deja su acta de edil y da paso a la siguiente en la lista naranja: Silvia Arbesuk, actual coordinadora de Ciudadanos en la ciudad.

Pese a ser un novato en la política, el médico Juan Cuesta se atrevió, después de lograr su asiento en el Ayuntamiento de Avilés, a mirar de frente a uno de los pesos pesados del partido y disputó a Ignacio Prendes, ex de UPyD y entonces diputado regional de la formación naranja, ser el cabeza de cartel de la formación al Congreso por Asturias en las elecciones generales del pasado diciembre. Prendes ganó en las primarias por apenas cuatro votos, para sorpresa de muchos. Su decisión le granjeó algunas enemistades.