De nuestro corresponsal, Falcatrúas.
Este invento del turismo acabará por acabar con los vecinos de Bildeo. ¿Se han fijado en lo bien que ha quedado lo de "acabará por acabar"? Pues quedan mucho más elegantes las repeticiones innecesarias y estúpidas, tan de moda, y que son la esencia de los discursos de nuestros elocuentes políticos, cuando dicen, repiten, e insisten hasta la extenuación de quienes les escuchan:
-"Los ciudadanos y las ciudadanas", "los vascos y las vascas", "los trabajadores y las trabajadoras"...
Decíamos que el turismo está poniendo en jaque a las cabezas pensantes de este maravilloso lugar, al que ustedes evitan venir. Algún miedo ancestral les obliga a renunciar a esta experiencia inolvidable, pero bueno, cada uno hace lo que puede con su vida.
Los mandamases del Ayuntamiento llevan cuatro meses bisiestos redactando un Real Decreto sobre Deporte Rural Extremo en Bildeo, una modalidad deportivo-turística cuya finalidad parece ser la del exterminio de atletas y espectadores. La idea, en la que ha intervenido el orujo de manera decisiva, ha sido concebida íntegramente en esta localidad y pensamos blindarla con patentes y copirrais para que sólo se pueda practicar aquí. Naturalmente, con el fin de que vengan participantes de otros países, la convocatoria se publica en Inglés: Rural Sport Deliverance Saltimbanking with Puteating and Fucking Trails at Bildeo, Asturias, Spain. (Spain is the land of prostitutes next to the Royal Republic of Catalonia).
Los apartados del reglamento de Deporte Rural que han trascendido dan una ligera idea de lo que este proyecto puede dar de sí y de no.
1º. Sólo pueden participar hombres. (Ya la liamos).
2º. La inscripción son 100 euros por barba. (Seguimos liándola).
3º. Los premios de resistencia, caso de que algún participante sobreviva, consistirán en la devolución del importe de la inscripción y el regalo de un par de madreñas de haya de la medida del protagonista, dibujadas y barnizadas.
4º. Al comienzo de la prueba se le asestará a cada participante una somanta de morradas, en una ceremonia de acogida que será ejecutada por Pepe Torazo a mano vuelta, hasta que canse. Hay suplentes en el pueblo, por si se diese tal circunstancia.
5º. Si el participante se puede levantar, caminar y ver algo entre los regueros de sangre, deberá coger en brazos un gocho de no menos de cien kilos, debidamente engrasado, y llevarlo en volandas, al hombro, o como pueda, a lo largo de un trayecto de un kilómetro, distancia entre la primera casa del fondo del pueblo y la última del pico.
6º. Si sólo sobrevive el gocho, acabose la prueba. Si sobrevive también el participante, deberá mamar cinco litros de leche de una vaca con las manos atadas a la espalda, escupiendo lo chupado en un cubo medidor. El jurado se asegurará de que haya sólo vacas, porque en una prueba parecida, celebrada en Cestona, Vizcaya, un participante se empeño en mamar de un toro y no acabó hasta el día siguiente, con el consiguiente cabreo del jurado y del animal.
7º. La prueba de Puenting previamente anunciada en la convocatoria, queda substituida por otra denominada Escoñing o Despeñing porque los puente locales no pasan de los tres metros de altura; en cambio, peñas desde las que despeñarse, tenemos a miles y a quinientas.
8º. Cortar dos rodajas de un tronco de castaño o roble de no menos de un metro de diámetro con alguna de las motosierras de Isidro el inventor. Este retal de ingeniero tiene fama de diseñar las peores herramientas de Asturias y países limítrofes por su manía de intentar mejorarlas; en el caso concreto de su línea de motosierras, Isidro ha rebasado la licenciatura en antidiseño (diseño negativo) al conseguir que la cadena gire en sentido contrario, por lo que en lugar de cortar, cauteriza, y el poco serrín chamuscado que produce sale proyectado hacia la cara del que la maneja.
9º. Descenso de aguas bravas. El Río de las Ollas es uno de los ríos principales de Bildeo y nadie lo domó hasta ahora, la bravura se le supone; tiene muchas cascadas, otras tantas sin cascar, pero lleva poca agua, de modo que el descenso hay que hacerlo a pie en su totalidad; como no hay piragua que resista un descenso en seco, cada concursante tiene que bajar empujando un tronco de árbol, como si fuese una piragua en bruto, sin vaciar, y llegar a la meta los dos juntos, si llegan.
Los ediles siguen puliendo el Reglamento, Dios nos asista. Menos mal que no tienen que soterrar vías en Avilés, ni asestar "calatravazos" en medio de Oviedo, ni corregir aciertos como el de la ubicación de la Estación del Humedal en Gijón, para situarla en otra dimensión, la de metelapata.
Seguiremos informando.
