La parroquia gozoniega de Cardo es rebelde y cuando algo le incomoda se revoluciona. Ahora, quiere independizarse de Gozón y pasar a depender exclusivamente del Principado o bien formar parte del vecino municipio de Carreño. "Estamos a siete kilómetros de Candás y a otros siete de Luanco", relata el líder vecinal, Aquilino García, sobre la distancia a las capitales de ambos concejos. El motivo para abrir este proceso "secesionista" es que el Consistorio gozoniego no hace caso de sus reclamaciones sobre mejoras.
"Nos dicen que para las obras de las escuelas no hay dinero. Si un vecino de La Cerezal abre el grifo, el de al lado no tiene agua y lo mismo ocurre en La Granda y en Romadonga, las tuberías están obsoletas y es necesaria una reparación", clama el dirigente vecinal de la parroquia por ahora gozoniega, que recuerda además que el alcalde, Jorge Suárez (PSOE), también "deniega mejoras en el alumbrado" en El Posadorio y La Plata.
"Estamos marginados y como no nos den alternativas, iremos donde nos quieran, bien sea Carreño o el Principado porque visto el abandono que hay aquí...", se lamentó García. "Me entrevistaré con el Ayuntamiento de Carreño para ver si nos atienden, si es que tenemos San Zadornín ahí mismo".
El presidente de la entidad vecinal está dispuesto a convocar un referéndum para recabar la opinión de sus convecinos sobre la independencia de la parroquia o su incorporación a Carreño, un gesto que salvando las distancias trae a la memoria el malogrado "plan Ibarreche" que aspiraba a un estado de libre adhesión para el País Vasco hace más de una década.
"Primero lo comentaré con ellos, luego ya veremos. Todo es posible, tenemos derechos y creo yo que no será muy difícil, sólo tiene que querer el pueblo como hace años (en 1924) pasó con Valliniello (barrio avilesino que entonces perteneció a Gozón)", manifiesta Aquilino García.
Esta no es la primera vez que los vecinos de la parroquia de Cardo se levantan contra el Ayuntamiento. De hecho, según García, en los años setenta los habitantes ya se opusieron a la venta de las escuelas que pretendía el Consistorio de Gozón.
"Las escuelas las había hecho el pueblo y al final, conseguimos que nos concedieran el local a cambio de una renta anual de 10,60 euros", señala el presidente vecinal, que resalta además que es el único colectivo del concejo que paga una cuota por el uso de un local. En otra ocasión, los vecinos de esta parroquia rural llegaron a conseguir cambiar el horario de la misa porque les coincidía con la hora de catar las vacas.
Cardo cuenta con una población de 480 habitantes que viven en un espacio de 10,39 kilómetros cuadrados. "Somos la tercera parroquia de Gozón en extensión", detalla García. Es una parroquia rural dispersa que demanda soluciones tras años de peticiones y no las encuentra.
"Esto ya nos pasaba con el anterior gobierno, al otro Alcalde (Ramón Artime, PP) ya le comenté una vez la idea de ser un pueblo independiente", señala el dirigente vecinal.
