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PALOMA LÓPEZ BERMEJO | Eurodiputada de IU, ofrece hoy una charla en Avilés

"El tratado de libre comercio entre la UE y EE UU no tiene beneficios para el consumidor"

"El acuerdo es lamentablemente un proceso de desregulación de muchos sectores y podría afectar a 600.000 puestos de trabajo"

Paloma López Bermejo, durante una intervención en el Parlamento europeo.

"Para el consumidor de a pie, el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos no tiene ningún beneficio", señala la eurodiputada de Izquierda Unida Paloma López Bermejo, que a las 19.00 horas de hoy, en el palacio de Valdecarzana, imparte una conferencia sobre el citado acuerdo, conocido como TTIP, siglas del inglés Transatlantic Trade and Investment Protocol, organizada por la Plataforma contra los Recortes.

-¿Qué es el tratado de libre comercio?

-Es más que un tratado comercial. Por los temas que abarca y cómo se desarrolla, además de por el contenido, vemos que es lamentablemente un proceso de desregulación de muchos sectores que va a afectar a las vidas de las personas. Reúne aspectos de alimentación, energía, productos químicos o derechos laborales, entre otros, que tiene consecuencia amplias.

-¿Cuál es el objetivo final?

-Es complicado. Hay dos vías. Una de ellas consiste en igualar regulaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea para que los productos se puedan comercializar en las dos zonas. El problema es que nosotros (UE) tenemos mecanismos regulatorios más amplios y garantizan unos derechos que no tienen en Estados Unidos. En este sentido, en el tratado va a haber dificultades para ajustar esos derechos. Por ejemplo, en los productos químicos, tenemos el principio de precaución; es decir, cualquier producto que se valore que puede ser dañino, no se pone en circulación. Por el contrario, en Estados Unidos si se introduce en el mercado y es una organización o colectivo el que tiene que demostrar que dicho producto es perjudicial. Hay un proceso de regulación a la baja. Por otro lado, se han modificado los tribunales de arbitraje.

-La negociación está siendo muy criticada. ¿Es transparente?

-Ha habido una falta de transparencia total. Lo que conocemos es por filtraciones de diferentes organizaciones. En la negociación, aparte de los miembros de la UE, participan activamente empresas multinacionales, los famosos "lobbies". También hay una intervención reducida de sindicatos. En todo el proceso existe un oscurantismo absoluto. Lo que se conoce es lo que ya está negociado. Cuando queremos ver un documento te llevan a cuarto oscuro al que no puedes acceder con nada, ni siquiera bolígrafo o papel; te lo dan ellos. Y tienes que solicitar el documento que quieres ver, que está en inglés.

-Los críticos dicen que el tratado antepone el beneficio de las empresas a las personas. ¿Cree que es así?

-Es una de las críticas. La desregulación beneficia a las grandes multinacionales que tienen una gran capacidad de comercialización en perjuicio de las personas y de las pequeñas empresas, que en caso de España es nuestro tejido empresarial fundamental. Un sector especialmente afectado va a ser la agricultura; incluso hay un propio reconocimiento de la comisión.

-¿El tratado contempla la posibilidad de cambiar normas que protegen a Europa?

-No solo a Europa, también a Estados Unidos, donde el acuerdo está siendo contestado por parte de la sociedad ya que existen normas que perjudican a toda la regulación bancaria, que es más solida que la de Europa.

-¿Se verá afectado el mercado laboral?

-Sí. Nos estamos guiando por unos estudios realizados por un investigador llamado Capaldo de los que se deduce que el tratado afectaría a 600.000 puestos de trabajo. No obstante, la comisión negociadora dice que no va a haber tal pérdida de empleos. Al observar lo sucedido en otros acuerdos comerciales de Estados Unidos -como los realizados con México o con Canadá-, en los primeros años de desarrollo de los tratados sí hubo una pérdida importante.

-¿Proliferaría la privatización de servicios públicos?

-No tanto, ya que la Unión Europea no tiene competencia en los servicios públicos de los estados miembros, sí el reconocimiento de los servicios llamados de interés. No obstante, si, por ejemplo, una empresa privada decide abrir un hospital en España y la normativa española le limita las posibilidades de ponerlo en marcha, dicha empresa podría denunciar al estado español. ¿La razón?. Primaria el tratado comercial por encima de las normas del estado.

-La normativa europea en materia de seguridad alimentaria es bastante estricta. ¿Le afectaría el tratado?

-En Estados Unidos hay normas más laxas en materia de seguridad alimentaria. Nosotros cuidamos la alimentación desde el origen, antes de que los animales padezcan una enfermedad. Por contra, en Estados Unidos hay una menor preocupación en torno a los animales o transgénicos que estén bien a lo largo de todo el proceso.

-Y en cuanto a productos no permitidos actualmente en Europa, ¿se abrirían las puertas de entrada?

-Sí, sobre todo en materia de químicos. La comisión insiste en que no va a ser así y que cada uno -Europa y Estados Unidos- mantendrá su dinámica. No creemos tal afirmación porque Europa ya está ajustando algunas normativas a la baja de cara al acuerdo.

-Ante tantos aspectos negativos, ¿no ve ninguno positivo?

-Yo, no los veo. Supongo que las multinacionales, las financieras y las grandes distribuidoras si ven aspectos positivos, pero el consumidor de a pie no va a tener ningún beneficio con este acuerdo de libre comercio. Europa firma muchos tratados comerciales bilaterales unos, multilaterales otros, pero éste es especial; es muy duro y puede acarrear consecuencias muy negativas.

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