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El mejillón pigmeo invade la ría y amenaza con daños a la fauna y el puerto

Un estudio revela la colonización del estuario por esta especie de Nueva Zelanda capaz de colapsar importantes infraestructuras en los muelles

El mejillón pigmeo invade la ría y amenaza con daños a la fauna y el puerto

El mejillón pigmeo, un molusco originario de Australia y Nueva Zelanda que se caracteriza por su rápida expansión y por su pequeño tamaño respecto a su "hermano" de las costas asturianas, ha invadido la ría de Avilés. Un estudio recién publicado por investigadores de la Universidad de Oviedo certifica el rápido crecimiento de esta especie en el estuario y señala como hipótesis que los primeros ejemplares llegaron en el casco de algún buque procedente del extranjero. Los especialistas alertan de que la colonización puede acarrear la desaparición de parte de la fauna autóctona y perjuicios económicos para el Puerto y para la industria debido a que estos animales tupen tuberías y otras estructuras similares con gran facilidad, como ha ocurrido en dársenas de Estados Unidos, donde se han tenido que hacer fuertes inversiones para lograr su erradicación.

El "Xenostrobus securis", nombre científico del mejillón pigmeo, fue identificado por primera vez en Avilés hace poco más de dos años y, desde entonces, su población no ha parado de crecer, tal y como señala el artículo científico, que ha sido publicado en la revista internacional "Marine Pollution Bulletin". El equipo de investigadores detectó una alta presencia de estos moluscos bivalvos (con dos conchas) en seis de los siete puntos de la ría donde realizaron muestras. Para cercionarse de que se trataba de esta especie invasora sometieron a pruebas de ADN a numerosos ejemplares.

El estudio ahora publicado se limita a corroborar una invasión del mejillón pigmeo en aguas avilesinas y no se detiene en sus posibles consecuencias ecológicas y económicas. No obstante, la Autoridad Portuaria de Avilés cofinancia otro informe parecido, realizado también por especialistas de la Universidad de Oviedo, para conocer más datos sobre este animal y, sobre todo, para indagar en los posibles daños que puede ocasionar en determinadas estructuras. Los resultados están prácticamente rematados y se harán públicos en unas semanas, según los expertos. También los dirigentes de El Musel acaban de encargar un análisis similar a otro grupo de especialistas ante la posibilidad de que las dársenas gijonesas sufran la colonización de especies dañinas.

"No se trata de un asunto menor en absoluto. Las especies invasoras suponen un serio problema para las autóctonas, a las que desplazan y llegan a extinguir en su lucha por la comida, hasta el punto de generar importantes cambios en la biodiversidad", explica Yaisel Borrell, uno de los científicos del departamento de Biología Funcional de la Universidad que firma el artículo, junto a la catedrática de Genética Eva García Vázquez (directora de la investigación), Floriaan Devloo, Laura Miralles, Alba Ardura, Ivana Pejovic y Valentina Tsartsianidou. "Además, este tipo de mejillón puede resultar dañino para el Puerto porque su tamaño es muy pequeño y tapona conductos internos y tuberías, tal y como ha ocurrido en otros lugares con otras especies de moluscos con similares características", prosigue el experto, que participará en Alertools, un congreso internacional sobre invasiones biológicas que está previsto organizar en Avilés el próximo mes de octubre.

El mejillón pigmeo se diferencia del autóctono asturiano (conocido científicamente como "Mytilus galloprovincialis") porque tiene dos conchas del mismo tamaño y forma subcilíndrica, con el margen recto o ligeramente arqueado y coloración marrón oscuro. Además, el tamaño de los ejemplares adultos es considerablemente inferior, ya que apenas superan los 20 milímetros en algunos casos. Según varios estudios realizados recientemente, tiene además una mayor adaptación al cambio climático debido a que tolera mejor el aumento de la temperatura del agua y de la salinidad, de ahí su rápida adaptación a lugares alejados de su zona geográfica de origen. Desde hace dos años, trae de cabeza al sector marisquero gallego porque está desplazando a la especie local.

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