El avilesino Juan Casanova Martínez, vecino de Versalles de 63 años, acudió en la madrugada del lunes a pescar al entorno de la vieja rula, como hacía prácticamente a diario una vez entrada la noche. Esta vez no regresó a casa. Bomberos del Servicio de Emergencias recuperaron ayer por la mañana el cuerpo sin vida de este policía nacional en segunda actividad (un tipo de prejubilación) del fondo del muelle pesquero, en las proximidades del puesto de repostaje de las embarcaciones. Casanova falleció ahogado al precipitarse al agua de forma accidental. Su movilidad era ya muy reducida como consecuencia de un párkinson degenerativo que le obligaba a desplazarse en una silla de ruedas eléctrica. El suyo fue un accidente fatal que ni las advertencias pudieron evitar. Sus familiares intentaron hacerle desistir de esta peligrosa afición, dadas sus limitaciones, y también los pescadores que amarran en la zona le llamaban la atención de forma reiterada, sin éxito. "Reñíamos con él, pero nunca hizo caso", señalaba ayer su hermano Francisco, junto al estuario.

La alarma saltó sobre las ocho y media de la mañana cuando Javier Gándara, uno de esos pescadores que tantas veces había llamado la atención a Juan Casanova, vio la silla de ruedas y útiles de pesca a unas metros del depósito de fuel, junto a unas nasas. Gándara alertó al Puerto de Avilés. Acto seguido, se activó el correspondiente dispositivo de búsqueda y se alertó a la familia: "Me llamaron sobre las nueve y media, para ver si sabía algo. Él vino por la noche a pescar y siempre se ponía en esa esquina (la del faro próximo a la vieja rula). Lo primero que pensé es que había caído al agua, y así fue", explicó su hermano Francisco, propietario del bar Mesa de Las Vegas (Corvera).

La Policía Nacional solicitó a las 10.39 horas la colaboración del Centro de Coordinación de Emergencias del Principado. De inmediato, se movilizó a cuatro bomberos del parque de Avilés, que acudieron a la zona con un vehículo multisocorro y un pick-up, comunicó el Servicio de Emergencias. También se envío el helicóptero de bomberos 01, con un miembro del grupo de rescate para participar en el rastreo. El despliegue reunió a buen número de curiosos en el paseo de la ría, que siguieron los trabajos de recuperación del cuerpo.

Los dos buzos de Bomberos de Asturias del parque de Avilés que se sumergieron en el estuario apenas tardaron quince minutos en recuperar el cadáver. Localizaron el cuerpo, que se encontraba de costado, a unos ocho metros de profundidad, entre la baliza y tres embarcaciones que se encontraban amarradas. El cadáver, según fuentes próximas a la investigación, no presentaba golpe alguno (incluso tenía las gafas puestas), según los primeros exámenes, por lo que todo apunta a que Juan Casanova falleció ahogado tras caer al agua. "Por la noche el suelo está muy resbaladizo. Igual se asomó a mirar para echar las cañas y resbaló. Siempre se ponía en sitios malos", comentaban los pescadores en el puerto ayer por la mañana.

El equipo de rescate depositó en el muelle el cuerpo de Juan Casanova, que vestía el anorak rojo con el que se solía abrigar las noches de pesca. En ese lugar, Francisco Casanova procedió a la identificación de su hermano y una forense realizó el primer examen al cadáver. El levantamiento se produjo en torno a las doce y media de la mañana y, acto seguido, los restos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Oviedo para realizarse la correspondiente autopsia. La propia familia confirmó a este periódico que el examen médico detalla las primeras hipótesis: que Casanova falleció ahogado tras precipitarse al agua, previsiblemente por una caída.

"Iba muy a menudo a pescar, siempre por la noche, pese a que le advertíamos que no lo hiciera, que no estaba bien, apenas podía andar. Seguramente fue a coger un anzuelo, resbaló y se cayó", señalaba ayer su sobrino David Casanova en el bar Mesa de Las Vegas, unas horas después de conocer la fatal noticia.

Funeral en La Magdalena

Juan Casanova regresó hace más de una década a Avilés, tras desempeñar parte de su carrera profesional como Policía Nacional en Madrid, donde según sus familiares fue escolta de Ana Botella, exalcaldesa de la capital y esposa del expresidente del Gobierno José María Aznar. De vuelta a su ciudad, trabajó como agente en la Comisaría avilesina, pero empezó a sufrir achaques y le diagnosticaron un párkinson degenerativo que le obligó a abandonar la actividad. Residía con su madre en Avilés, en el barrio de Versalles.

El funeral por Juan Casanova se celebrará a las cinco de esta tarde en la iglesia parroquial de Santa María Magdalena y, a continuación, recibirá sepultura en el panteón familiar del cementerio municipal de La Carriona. La capilla ardiente se encuentra instalada en la sala número 2 del tanatorio de Avilés. Casanova Martínez, que estaba divorciado, deja dos hijos y dos nietos.

El fatal accidente del policía nacional se suma a la lista de tragedias que se han sucedido en Avilés desde que comenzó el año. Hace una semana, fallecía en un incendio doméstico una vecina de la calle del Carmen, tan solo unos días después de que un vagabundo muriese en plena calle en Sabugo tras sufrir una indisposición. La ciudad se estremeció en enero con el crimen de la confitera Ascensión Amores, supuestamente asesinada a manos de su marido, Julio Pardo, y la muerte del joven futbolista Hugo Suárez en pleno partido (tan solo tenía 27 años) conmocionó la comarca el día 13 del pasado marzo.