El aparcamiento del Centro Niemeyer, con capacidad para unos 270 vehículos y que costó más de cinco millones de euros, abrirá al público esta primavera después de casi un lustro listo, pero sin uso. La Fundación que gestiona el complejo cultural y la sociedad estatal Sepides, propietaria del parking subterráneo, ultiman un acuerdo para que la entidad asturiana pueda asumir de forma provisional la gestión del espacio, que estará en servicio en las jornadas con espectáculos, confirmaron a este periódico fuentes próximas a la negociación. Según las previsiones que se manejan, los usuarios del centro cultural podrán empezar a aparcar sus vehículos en el aparcamiento subterráneo a partir de junio de forma gratuita o como máximo a un precio simbólico.
La Fundación del Niemeyer ya había reclamado hace un año al propietario de las instalaciones -la SEPI Desarrollo Industrial (Sepides)- la cesión en precario de la instalación para poder abrirla en tanto se toma una decisión definitiva sobre su gestión, una vez superado el trámite sobre la propiedad de la instalación, que también se prolongó durante años. Ante la falta de respuestas, la alcaldesa, Mariví Monteserín, llegó a plantear que fuera Tragsa, empresa de titularidad estatal dependiente de la SEPI, la que gestionara de forma provisional ese equipamiento a través de una cesión temporal. Obtuvo un "no" como respuesta. Monteserín urgió entonces a poner "fin al sin sentido que supone disponer de una instalación perfectamente utilizable cerrada" y exigió una reunión a Sepides para buscar un acuerdo para la apertura urgente del parking subterráneo del Niemeyer. Pero entonces corría el mes de diciembre y los comicios nacionales retrasaron el encuentro.
Reunión en Madrid
Monteserín y el presidente de la Fundación del Niemeyer, Vicente Domínguez, viajaron a Madrid hace unas semanas y acordaron con Sepides avanzar en la cesión provisional del aparcamiento a la entidad. Siempre según fuentes próximas a la negociación, la Fundación del Niemeyer aceptó redactar las condiciones de esa cesión, un trámite que está ya resuelto, por lo que prácticamente solo resta la firma para que el aparcamiento del Niemeyer pueda finalmente abrir al público y la estampa de coches en las cunetas próximas al complejo arquitectónico quede en el olvido. Los usuarios del centro vienen manifestando espectáculo tras espectáculo su malestar y perplejidad porque el Centro de Niemeyer disponga de un aparcamiento al que no se puede acceder. Durante este tiempo, se permitió en contadas ocasiones aparcar en la explanada aneja al centro.
Los avances para la apertura del parking constituyó uno de los asuntos de debate del patronato de la Fundación del Niemeyer celebrado esta semana, un encuentro del que no informaron las agendas del Gobierno del Principado ni del Ayuntamiento de Avilés. El orden del día de este último patronato incluyó la aprobación de las cuentas de 2015 y lo único que ha trascendido de forma oficial de la reunión han sido los cambios en la gestión de la cafetería (que sale a licitación) y de la torre-mirador, que dejará de ofrecer servicio diario de restauración. La entidad sigue pagando la deuda por valor de más de 3,5 millones de euros derivados de los primeros años de gestión, si bien desde el último cambio en su presidencia se desconoce a cuánto asciende en la actualidad (hace un año era de 2,4 millones de euros).
En el patronato celebrado a finales de cierre -el último del que se tiene constancia de forma oficial- trascendió que el Niemeyer cuenta este año con un presupuesto de 2,4 millones de euros, un 5,7 por ciento más que el ejercicio anterior, gracias en buena medida a la contribución de los dos patronos privados del Niemeyer: Asturiana de Zinc (Azsa) y Daniel Alonso. De esta suma, 673.000 euros se destinarán a la programación cultural del complejo.
