Los cuatro policías locales de Avilés procesados por una supuesta detención ilegal en mayo de 2014 han defendido su inocencia esta mañana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. "Ni lo agredimos ni lo amenazamos", coincidieron en señalar los cuatro agentes imputados, que afrontan penas de entre 8,5 y dos años de prisión acusados de supuestas torturas, lesiones y amenazas a un corverano.

La presunta víctima relató que los agentes le dieron el alto en una de las paradas de autobús de la calle Llano Ponte, lo introdujeron en un coche policial, le llevaron a una nave de la zona de Divina Pastora entre amenazas, le hicieron fotos con sus teléfonos móviles y lo llevaron a la Comisaría de la Policía Nacional.

"Estoy un poco nervioso", ha señalado al tribunal esta mañana la supuesta víctima durante el interrogatorio. Según los abogados de la defensa, el hombre ha cambiado varias veces su declaración desde el incidente. Supuestamente, la víctima había realizado días antes propuestas de índole sexual al hijo de uno de los agentes imputados, de 33 años y que padece una minusvalía psíquica. El corverano ha dicho en el juicio haber sido víctima de amenazas, pero no se ha referido a torturas ni agresiones físicas.

En la sesión de hoy han declarado, además de la víctima y los procesados, varios agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local, así como la esposa de uno de los agentes imputados.

La vista continuará mañana, con unas declaraciones por videoconferencia (la sala que cuenta con esta tecnología ha estado ocupada hoy con una nueva sesión del "Caso Marea") y con la exposición de conclusiones por parte de la Fiscalía y de las defensas, a cargo de los letrados Jose Ramón Nistal y Ángel Bernal. Los ahora procesados están suspendidos de empleo y sueldo.