Médicos, enfermeras, pacientes, gestores sanitarios y representantes de instituciones políticas y sociales de la región se sumaron ayer a la celebración del 40º cumpleaños del San Agustín en el auditorio del Centro Niemeyer. La gran sala roja acogió un acto con discursos oficiales centrados en ensalzar las excelencias del hospital universitario y recordar algunas de las muchas anécdotas sucedidas desde su apertura. Así, Begoña Martínez Argüelles, gerente del área sanitaria III, comentó cómo entre las paredes del hospital "se ha quedado a vivir un poco de cada uno de nosotros", y Juan Ramón Riera Velasco, gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), resaltó que "a través de su esfuerzo, los trabajadores han convertido al San Agustín en un hospital modélico que sigue creciendo".

Mariví Monteserín, alcaldesa de Avilés, se manifestó igualmente orgullosa de contar con un centro que calificó de "referencia sanitaria en el norte de España" , aunque, añadió, que no había que ser conformistas. "Aspiramos a mejorar, sobre todo para atender a la población cada vez más envejecida".

Francisco del Busto, consejero de Sanidad, cerró el acto con una intervención en la que relató sus inicios como médico en la comarca. "Estos 40 años del hospital corresponden con los de mi vida profesional", dijo, para apuntar que un hospital "acompaña a los vecinos en todas las etapas de la vida, desde que nace hasta que muere".

El encuentro también contó con la celebración de tres tertulias, una primera con los profesionales Pedro Abad Requejo e Isabel Santos Granda; una segunda en la que participaron las pacientes Mónica Oviedo Sastre y Marta Pisano González, y la última protagonizada por Rafael Matesanz y Pedro Cavadas.