En el país de "Abilius polis" las princesas "juegan al fútbol", los dragones "no siempre son verdes", los lobos "cantan y bailan" y los vecinos "comparten sus casas con los recién llegados". "Todos somos bienvenidos", aseguró míster White, maestro de ceremonias de la octava edición de este festival, que reunió ayer en el pabellón de La Magdalena a más de 800 escolares de 16 centros educativos de la ciudad. Los pequeños demostraron todo lo aprendido a lo largo del curso durante las actividades extraescolares y, además, participaron en juegos y actividades organizadas por las Asociaciones de Madres y Padres (AMPA). Así, a lo largo de toda la tarde hubo actuaciones teatrales, musicales y deportivas.

La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, fue la encargada de inaugurar el festival y felicitó a los organizadores porque, un año más, el colectivo "se encuentre y participe en un objetivo común, divertirse". "Pero también con el objetivo de erradicar el absentismo y el fracaso escolar y que los niños puedan desarrollar todo su currículo escolar y aprovechar los talentos de la ciudad", aseguró.

A continuación, en el escenario, comenzó el turno de los más pequeños. Un grupo de niñas del colegio de Versalles abrió el espectáculo y mostró todo su brío con la banda sonora de la película "Grease". Les siguieron dos grupos del colegio de Llaranes y otro del Poeta Juan Ochoa, que lo dio todo a ritmo de Justin Bieber. En el escenario hubo flamenco, gimnasia rítmica, danza, patinaje y aerobic gracias a los alumnos del Quirinal, Virgen de las Mareas, Marcos del Torniello, Palacio Valdés, La Carriona o Versalles.

Pero en el "coliseo" de La Magdalena hubo mucho más. Como el rincón de las AMPAS, donde los padres prepararon un buen número de actividades. Los de San Cristóbal fabricaron botellas sensoriales con las que los niños se relajaron o estimularon dependiendo del color del agua y de los objetos que introducían en ellas (lentejuelas, purpurina, canutillos de colores...). "Empezaron siendo para los niños autistas, pero ahora ya se utilizan para todos. Son muy llamativas", explicó Paz Álvarez, del AMPA de este centro. Los padres del Palacio Valdés confeccionaron con los pequeños marionetas a base de calcetines, mientras que los del Apolinar Hevia elaboraron en su puesto diferentes tipos de comida. Los del Poeta Juan Ochoa hicieron marcos de cartulina y los del de Llaranes, piruletas con tiras de colores.

También se habilitó una cancha de baloncesto, un rincón para jugar al ajedrez, un tatami y un circuito de educación vial. Además, en el rincón solidario tenían presencia Unicef y la Asociación Asturiana de Solidaridad con el pueblo saharaui. Y, como novedad, talleres dirigidos para adolescentes, con Abierto Asturias. Uno de los objetivos de Educación es poner en marcha el curso que viene una oferta de actividades extraescolares dirigidas a los alumnos de 1º y 2º de la ESO, que son más reticentes a apuntarse en relación a los pequeños.