Precio histórico: el primer bonito del Norte de la temporada se subastó a las siete de la mañana de ayer en la rula avilesina a 200,80 euros el kilo, ochenta más que en 2015. Es decir, por un ejemplar de ocho kilos de peso el comprador pagó 1.600 euros. La cadena Alimerka se hizo con el "campanu" del mar, el primero del Cantábrico que se subasta en el país y el más caro de la historia. Tras la mediática puja de la primera tina con bonitos que pesaban en total 108 kilos, la más valiosa, el marcador cayó a dos cifras: el ejemplar grande se ruló, de media, a 47 euros el kilo; el mediano, a doce; y el "mono", a ocho. Los barcos "Esmeralda III", "Berriz Amatxo" y "María Digna II" fueron los primeros en desembarcar en Avilés unos 4.000 kilos, catpurados a doscientas millas al oeste de Finisterre. En las pescaderías hoy se podrá comprar ya el bonito del Norte "a un precio asequible".

Los patrones de las tres embarcaciones, el bermeano Juan Carlos García Suárez y el pixueto Fidel Álvarez, inauguraron al igual que el año pasado en la lonja local una costera que se prolongará hasta mediados del próximo mes de octubre. "El precio que han pagado por la primera caja ha sido espectacular... ¡Es una pena que no se paguen todas las cajas igual!", exclamó Álvarez, también patrón de la cofradía de pescadores de Avilés, tras brindar con cava con su colega. En esta ocasión pasar veinte días en la mar y navegar hasta casi las Azores mereció la pena. García Suárez y Álvarez retomarán la costera esta semana, ya con más rivalidad en la mar. Solo de Asturias participan en esta campaña una veintena de embarcaciones, ocho de Avilés.

"No podemos predecir cómo va a ser la campaña, pero sí hemos apreciado que hay bonitos grandes, medianos y pequeños, algo poco usual en estas fechas", explicó el patrón del "María Digna II". La temperatura del agua, fría días atrás, es ahora óptima para esta pesquería. El mayor problema con el que se encuentra la flota artesanal es con la "competencia desleal" de los grandes pelágicos. En la costera del bonito participan cada año barcos gallegos, asturianos, cántabros y vascos con métodos artesanales como el cebo vivo que desde hace unos años "chocan" con la pesca de los grandes arrastreros pelágicos europeos, especialmente irlandeses y franceses.

"Nosotros pescamos los bonitos uno a uno y no entendemos cómo permiten pescar a estos enormes pelágicos en algunos casos de 600 toneladas", explicó el patrón del "María Digna II", que advirtió de que algunos bonitos del Cantábrico que se ven en las pescaderías del Norte proceden de esta práctica agresiva. De este "juego sucio" en alta mar ya advirtieron el pasado año los profesionales asturianos. Entonces, aseguraron que los buques foráneos espiaban a la flota bonitera vía satélite para descubrir sus caladeros. Habitualmente, los principales clientes de estos arrastreros son las conserveras mientras que las piezas como las que ayer vendieron García Suárez y Álvarez están dirigidas al consumo fresco.

Juan Carlos García Suárez señaló que, para capturar los bonitos que ayer se subastaron en Avilés, debieron desplazarse hasta aproximadamente 150 millas de São Miguel, la mayor de las islas de las Azores, en aguas internacionales. "El primer bonito lo cogimos a la altura de Finisterre y luego íbamos uno, otro... El mejor día fue el último antes de partir hacia Avilés, cuando pescamos 208 piezas", explicó el vasco. Fidel Álvarez, que lleva trece años vendiendo el "campanu" de la mar, confía en que esta campaña sea para él como la del pasado año.

En la pasada campaña, durante las primeras mareas, los bancos de bonito estaban muy lejos, al norte de las Azores. Con el paso de los meses, el túnido se fue acercando a la costa, pero sin llegar al golfo español. En las últimas mareas se llegaron a pescar al Oeste de Francia e Irlanda. Ayer, en la rula de Avilés se preveía una buena costera. "Además de cantidad es importante que el precio de subaste sea también bueno", dijeron los marineros aún con la satisfacción de haber vendido bonitos de ocho kilos a 1.600 euros. "Esos bonitos hoy estarán en las pescaderías y se ofrecerán a un precio normal, no tiene que ver a cómo los hemos pagado nosotros", concluyó el responsable de las pescaderías de Alimerka, Armando Prendes.