Isabel Carrera, que es catedrática de Literatura Inglesa de la Universidad de Oviedo, pronunció ayer tarde en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés la conferencia "Ciudades (in)discretas: encuentros alternativos en el espacio urbano", la primera charla de un ciclo organizado por la institución académica con motivo de la celebración del Festival de Cine de temática homosexual en el Centro Niemeyer, una nueva actividad cultural que echa a andar el próximo sábado con la proyección de "Margarita, with a straw", de la directora india Shonali Bose.
-¿A qué se refiere con "ciudades indiscretas"?
-Los espacios de encuentro para la diferencia. La ciudad es un espacio para el anonimato y, a la vez, un espacio para la reivindicación. De eso va mi conferencia.
-Una charla que abre el Festival de Cine LGBTIQ.
-Pero no se trata de espacios específicos para personas lesbianas o gays. De lo que hablo es de la ciudad como espacio para la proximidad física más intensa; de todo eso, pero también de las consecuencias de esa proximidad: la indiscreción.
-Vamos a ello.
-Los espacios de encuentro para grupos de personas son ambientes de seguridad para el grupo, sea el que sea: étnico, social o sexual.
-¿Guetos?
-Espacios de libertad, sobre todo en este momento, en que los emigrantes llegan, los refugiados... Así se ve el mundo de una manera distinta.
-Y así salen tipos armados a acabar con los distintos.
-No conozco los detalles de lo que sucedió en Orlando, el domingo pasado. Lo cierto es que nadie lo conoce. Lo sucedido plantea preguntas muy importantes: ¿Cómo es posible conseguir un arma de asalto tan fácilmente? No sabe muy bien, pero todo apunta a que detrás del asesinato hay un componente psíquico que trasciende la ideología o la religión. El ataque de Orlando es semejante al de la isla isla de Utoya, en Noruega. Un desequilibrado.
-La persecución de algunos colectivos sociales viene de muy lejos.
-Las comunidades autoritarias tienden a la homogeneidad. El rechazo a los homosexuales viene del siglo XIX. Antes se perseguían, pero no al grupo en concreto. La búsqueda de la homogeniedad tiende a acabar con el que no cabe.
-A Oscar Wilde lo condenaron por homosexual, al científico Alan Turing le pasó igual; y terminó quitándose la vida.
-Los dos casos ejemplifican esto que digo: Oscar Wilde había atentado contra la sociedad victoriana, la del siglo XIX. Lo que sufrió Turing vino en paralelo a la coronación de la Reina, en pleno posguerra. Durante el franquismo también se produjo la persecución a los homosexuales; por esto que digo, porque la sociedad patriarcal busca que todo esté previsto.
-¿Qué le parece un festival como el que echa a andar en el Niemeyer?
-No había visto las películas: son muy buenas y de asuntos muy variados. "Margarita, with straw" es un filme que nos lleva a una India urbana compleja y desconocida. Me parece un buen paso que se proyecten filmes que reflejan la diferencia sexual.
