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La preocupación medioambiental en la comarca

Arcelor sugiere poner más medidores de benceno para analizar mejor el problema

"Estamos dentro de los límites", sentencia la multinacional, partidaria de tener en cuenta otras fuentes de emisión para obtener "datos más fiables"

Instalaciones de baterías de coque de Arcelor. IRMA COLLÍN

Todas las miradas están puestas sobre Arcelor-Mittal y sus baterías de coque, pero la multinacional rechaza que los elevados picos de contaminación por benceno que recoge la estación medioambiental de Llaranes en las últimas semanas provengan de sus instalaciones. Al contrario. "Estamos dentro de los límites que fija la Administración, la Autorización Ambiental Integrada y la normativa. No hemos detectado que haya un mal funcionamiento de las baterías de coque. Nuestro objetivo es la reducción de las emisiones y el control sobre la actividad es estricto", aseveró un portavoz de la compañía.

La multinacional considera que para que las mediciones de ese contaminante sean "más fiables" deberían tomarse referencias en otros puntos de la ciudad, como en la travesía de la Industria, ya que ahora sólo se recogen en Llaranes. "También se deberían tener en cuenta otros factores que producen benceno, como el tráfico. Esos no se miden ni analizan, por lo que no se debería concluir que los picos contaminantes se deben solo a Arcelor. Nuestros controles dicen que no hay problemas en ese sentido. Además, las baterías de coque tienen nuevos sistemas de captación de emisiones gracias a inversiones millonarias", concluyó el portavoz de Arcelor-Mittal.

Los ecologistas atribuyen "a las obsoletas baterías de coque" las emisiones contaminantes de benceno y la propia alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, transmitió al Principado de Asturias su preocupación por esas emisiones en la ciudad desde las entrañas de Arcelor para que se tengan en cuenta a la hora de renovar la Autorización Ambiental Integrada. "El Ayuntamiento ha hablado con la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, porque, pese a que el promedio de emisiones de benceno por año no supera el límite legal, cualquiera que viva en la ciudad sabe que hay días en el que huele más de la cuenta", afirmó hace unos días Luis Ramón Fernández Huerga, concejal de Urbanismo en Avilés.

Y es que los datos del último semestre que maneja el Principado de Asturias a través de la red de estaciones relativos al benceno en Llaranes no son positivos. Es cierto que ese contaminante no supera el límite de 5 miligramos por metro cúbico como media anual, según la normativa vigente, pero también es verdad que ese valor de referencia se superó en el primer semestre del año en 36 días, un 50 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Los desfases sucedieron, sobre todo, en los meses de mayo (en 19 días) y junio (en 12 días). La media de los seis primeros meses del año es de 2,85 miligramos por metro cúbico, siempre según las mediciones del Principado.

El benceno es un hidrocarburo volátil que presenta alta reactividad con compuestos oxidantes. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer ha determinado que el benceno es un carcinógeno para los humanos y puede causar varias formas de cáncer debido a una exposición prolongada, según recogen los ecologistas avilesinos.

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