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Los riesgos disfrazados del ibuprofeno

Un estudio concluye que ocho de cada diez avilesinos consumen regularmente antiinflamatorios durante más de un año, en contra del consejo de los médicos

Noelia Méndez Lora, en la farmacia gijonesa donde trabaja. ÁNGEL GONZÁLEZ

Ocho de cada diez avilesinos toman antiinflamatorios durante más de un año de forma regular, en contra de lo que recomiendan los especialistas, y cuatro de cada diez padece riesgo de sufrir problemas gastrointestinales al no utilizar fármacos protectores de estómago. Éstas son algunas de las conclusiones de la tesis de la farmacéutica gijonesa Noelia Méndez Lora sobre el consumo de medicamentos en el área sanitaria avilesina, que concluye que el perfil del consumidor de AINE (fármacos antiinflamtorios no esteroideos, como el ibuprofeno) responde a un ciudadano menor de 50 años que padeció un problema músculo-esquelético o dismenorrea (menstruación dolorosa), en el caso de las mujeres, y que generalmente utiliza gastroprotección. "Los sujetos que acuden a las consultas de atención primaria o a las oficinas de farmacia, deberían ser investigados sobre el uso y la dosis de AINE para evitar consumos inadecuados y sus posibles efectos adversos", concluye la autora del estudio.

Méndez Lora trabajó siete años en una farmacia avilesina, época en la que conoció al entonces jefe de Digestivo del San Agustín, Laureano López Rivas. Así germinó la tesis que acaba de presentar bajo la dirección de María del Olivo del Valle Gómez, del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo. El estudio lleva por título "Consumo de AINES, gastroprotección y reacciones adversas en población adulta en el municipio de Avilés" y lo eligió por el siguiente motivo: "Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos se sitúan entre las medicaciones más frecuentes utilizadas en los países occidentales y su empleo está relacionado con un amplio espectro de reacciones adversas, especialmente gastrointestinales y cardiovasculares. Además, no hay investigaciones sobre la utilización de AINE que recojan si se consumen por prescripción médica o por automedicación, así como la aparición de reacciones adversas y el uso de medicamentos para prevenir el daño gastroduodenal".

Así que la farmacéutica se planteó conocer la frecuencia de consumo de estos medicamentos y describir los efectos adversos. Para ello, entrevistó a una muestra representativa de la población mayor de veinte años del municipio de Avilés. Cuatro de cada diez había consumido AINE el mes anterior a la realización a la encuesta, y respecto a las reacciones adversas, las más frecuentes fueron las digestivas. Así, un 70% de los consumidores tenían hinchazón o dolor abdominal, ardor, malas digestiones, flatulencia, náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. También fue común el dolor de cabeza (el 50%). "Parece fundamental que los usuarios de estos fármacos conozcan las posibles reacciones adversas asociadas a su consumo para que puedan identificarlas con prontitud e informar sobre ello a su médico o farmacéutico. Los profesionales de la salud además, deberían hacer un seguimiento de los pacientes con tratamientos de larga duración con el fin de detectar cuando antes posible la aparición de efectos adversos", señala la farmacéutica.

Casi el 80 por ciento de los encuestados tomaron este tipo de medicamentos por artrosis, cefalea, lumbalgias, ciática, dismenorrea, migraña o fibromialgia, si bien en ocasiones se administraron para dolores y procesos sin inflamación en los que se podrían usar fármacos más seguros.

El AINE más utilizado fue el ibuprofeno. Casi la mitad de los consumidores encuestados lo tomaron. "Hay antiinflamatorios no esteroideos que aumentan el riesgo cardiovascular y otros el gastrointestinal. Por ello debe prescribirse el AINE más indicado para cada individuo", advierte la experta.

Casi uno de cada cinco consumidores utilizó al menos dos de estos medicamentos a la vez, cuando no está recomendado usar dos o más de manera simultánea, puesto que "el consumo conjunto no aumenta su eficacia y en cambio sí su toxicidad". Y ocho de cada diez tomaron este tipo de medicamento durante más de un año. "Los AINE se deben utilizar en las dosis eficaces más bajas y durante el menor tiempo posible, puesto que se ha demostrado que dosis altas y tratamientos continuados aumentan el riesgo asociado a su uso. Además, otro hallazgo muy relevante es el alto consumo de medicamentos por los usuarios de AINE, con una media de cuatro fármacos por persona. Puede derivar en problemas para la salud", prosigue.

En cuanto al uso de fármacos para proteger el estómago en la población a estudio, casi la mitad de los consumidores de AINE entrevistados utilizaban fármacos gastroprotectores (43,1 por ciento). Un 40,2% de los consumidores tenía riesgo de problemas gastrointestinales y más de una tercera parte de ellos (un 36,6%) no utilizaba fármacos gastroprotectores, es decir, estaba infraprotegido. Sin embargo, un 13,1% de los consumidores de AINE que no presentaban factor de riesgo de gastropatía por AINE, usaba gastroprotección sin tener necesidad (estaban sobreprotegido). "Serían precisos programas de formación para médicos, farmacéuticos y pacientes, encaminados a lograr un uso apropiado de la gastroprotección en los sujetos que toman AINE", concluye Méndez Lora. Además, más de la mitad de los consumidores de estos medicamentos se había automedicado.

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