La vacuna contra la meningitis B ya se puede adquirir en las farmacias avilesinas, pero todavía deberán pasar semanas hasta que se descongestione la lista de espera, que en la ciudad afecta a más de mil familias que llevan desde el pasado octubre pendientes de las dosis necesarias con las que proteger a los pequeños de la casa de una enfermedad poco común en España pero altamente letal. Los boticarios reciben desde hace aproximadamente dos semanas "uno o dos" inyectables al día y consideran que las dosis todavía son insuficientes para cubrir la demanda, pero prevén que el suministro se normalice en semanas.
"No nos surten tantas como quisiéramos, pero poco a poco va disminuyendo la lista de espera. Nosotros llegamos a tener a unas sesenta personas pendientes de las dosis y ahora tenemos a unas treinta", apunta Daniel Fernández, farmacéutico de Laviada Lada. Rosa Graiño, de Graiño Mayo, coincide con su colega. "Si pedimos diez al día no las recibimos, el suministro aún es a cuentagotas pero poco a poco se va normalizando", agrega otra farmacéutica avilesina, con más de cien familias en lista de espera en su negocio.
Una vez que los inyectables llegan a las boticas, los farmacéuticos suelen dar telefónicamente la buena nueva a sus clientes cumpliendo con las listas por orden de pedido: los que llevan más tiempo esperando reciben antes las dosis solicitadas, que dependen de la edad de los menores. La pauta de vacunación para un niño de cinco meses, por ejemplo, es de cuatro dosis y para uno de dos años de dos dosis. Cada uno de estos inyectables -con el nombre comercial de Bexsero- tiene un precio de venta al público de 106,15 euros que deben abonar las familias, ya que la vacuna frente al meningococo B no está incluida en el calendario vacunal.
Los boticarios deben dispensar la vacuna frente al meningococo B con receta médica, según información facilitada por el Ministerio de Sanidad. ¿Y quién pone la inyección? Muchos padres recurren a clínicas privadas con sus hijos y otros piden ayuda a sus pediatras o enfermeras de cabecera. "Hay quien acepta a poner la vacuna y hay quien no. Nosotros no estamos obligados a poner esta vacuna porque no está en el calendario, así que ponerla o no depende de los centros y de los profesionales", explica el presidente de la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria, José Ignacio Pérez Candás, con consulta en el centro de salud de Sabugo, en Avilés. La vacuna debe guardarse en frío y es fundamental que "no se rompa la cadena de frío". De ahí que algunas farmacias avilesinas ofrezcan la posibilidad de guardar las dosis en la botica hasta justo el momento de recibir la inyección.
En España -y también en Asturias- la tendencia en el número de casos de enfermedad meningocócica es descendente. Los pediatras consideran que esta es la razón por la que la vacuna no está incluida en el calendario vacunal. "Lo que no se puede obviar si un padre pide consejo es que es una enfermedad de baja incidencia pero potencialmente grave con consecuencias nefastas", concluye Candás.
