El convenio para el servicio de bomberos hasta 2020 ya está en las mesas de los despachos. Y la cosa está que arde. Los ayuntamientos de Avilés y Castrillón exigen al Gobierno regional un aumento de plantilla, y la misma reivindicación la han presentado los profesionales del parque avilesino, que van más allá. "Pasar de 29 a 32 como piden los ayuntamientos no es un aumento de plantilla, sino acatar lo firmado en el anterior convenio. El problema es que desde hace varios años no se está respetando el concierto", señalaron ayer los sindicatos, que ven en la bolsa del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) una posible salida a esta situación. "No hay excusa posible. Podrían contratar interinos de la bolsa. Que copien de sus compañeros de partido en el Ayuntamiento de Oviedo, que van a reponer plantilla con este sistema", replicaron las centrales.

Las peticiones de los bomberos pasan por un aumento progresivo en la plantilla, con el objetivo de llegar "a un mínimo de 40 efectivos en los próximos cuatro años". "Si nos situamos por debajo de esta cifra estaremos dando mala atención al ciudadano y poniendo riesgo nuestra vida", advirtieron.

Otra de las principales demandas del cuerpo de emergencias avilesino es frenar los constantes desplazamientos. Y es que la plantilla considera que el Consistorio no debería permitir la utilización de sus recursos en otras zonas. "Puesto que paga 1.200.000 euros, el Ayuntamiento debe exigir que no se utilicen sus efectivos para cubrir las carencias de otros parques. La dotación de Avilés ya es escasa de por sí, y no podemos permitirnos prescindir de ningún trabajador; más aún teniendo en cuenta el mapa de riesgo del municipio y que damos cobertura a los concejos adyacentes", explicaron las centrales. "En total damos servicio a 142.000 personas, una cifra que aumenta durante los meses de verano", agregaron. Además de por los altos niveles de población, la comarca tiene un alto índice de riesgo por la gran concentración de factorías industriales asentadas en la zona.

Los bomberos consideran que, si no se cortan los desplazamientos, "da igual que se contraten más efectivos si después no se van a ver reflejados en el parque de Avilés". "No es normal que Avilés y Castrillón tengan la obligación de pagar, porque la ley obliga a hacer a todos los municipios de más de 20.000 habitantes, y que después se beneficien otros concejos del entorno que no llegan a esa cifra", afirmaron. En las proximidades de Avilés se encuentran tres parques de bomberos: Pravia, Arcelor y el Aeropuerto de Asturias. El primero de ellos moviliza a sus efectivos a la comarca cuando las circunstancias así lo requieren, mientras que los operarios de la acería sólo desplazarían a sus técnicos en caso de gran emergencia. Los del aeródromo regional, por su parte, únicamente atienden sus instalaciones.

"Llevamos muchos años denunciando la situación que estamos viviendo, y las instituciones están haciendo caso omiso a nuestras advertencias sobre el peligro que se está corriendo. Esperamos que, tanto los responsables del Ayuntamiento de Avilés como los del SEPA, tengan la misma valentía para dar la cara y explicaciones cuando ocurra una desgracia personal que la que están teniendo para mantener el servicio en estas penosas condiciones", sentenciaron los bomberos respecto a este conflicto.