Nueve de cada diez cerraduras existentes en el mercado pueden ser abiertas por el método "bumping", un término que en castellano podría traducirse por "rebote" y que lejos de ser nuevo llevan años utilizándolo los cerrajeros en caso de emergencia. Ahora el "bumping" es el aliado de los cacos. El ladrón solo necesita treinta segundos de tiempo, una llave maestra llamada "bump", algo de destreza y un objeto con el que dar un pequeño golpe a dicha llave para hacer saltar los cilindros del bombín y abrir la puerta de casi cualquier vivienda.
Esta sencilla técnica es cada vez más utilizada por las organizaciones criminales itinerantes para asaltar domicilios en Asturias, como la desarticulada hace solo unos días por la Policía Nacional en Avilés. Los agentes de Río San Martín detuvieron entonces a dos jóvenes croatas de 22 años con las manos en la masa en un piso al que había accedido tras manipular la cerradura, según comunicaron medios policiales. El "bumping" es una técnica muy rápida, no deja huellas ni marcas en la puertas.
Pero ¿en qué consiste concretamente el "bumping"? "Esta técnica consiste en la apertura de cilindros de forma limpia, sin rotura, mediante la percusión de sus pitones a través de llaves manipuladas para ello, las llamadas llaves 'bump'. Se trata simplemente de desplazar todos esos pitones de manera simultánea mediante el golpeo de una llave 'bump' con algún objeto contundente (sirve hasta el tacón de un zapato), separando así esos pitones de los contrapitones y liberando, por lo tanto, el giro de la llave", según explican responsables de la multinacional de seguridad Kaba.
Del método "bumping" no se libra casi ninguna cerradura, incluso las consideras de alta gama. ¿La solución? Instalar cerraduras "antibumping". La Policía Nacional aconseja en este sentido instalar este tipo de cerrojos tanto en el portal como en el propio domicilio para dar en las narices a las bandas organizadas, en su mayoría procedentes del centro de Europa, capaces de abrir una puerta en menos de 30 segundos.
Sólo desde abril, los agentes de la Policía Nacional desarticularon en Asturias cuatro bandas organizadas e itinerantes dedicadas al robo en el interior de viviendas. Habitualmente los cacos vigilan a las víctimas, estudian qué tipo de cerradura tiene y, cuando están fuera de casa, acceden a las viviendas con una llave "bump". Del interior suelen llevarse joyas, dinero, material informático y equipos electrónicos.
