La defensa de los trabajadores fue el nexo común de los grupos municipales a la hora de aprobar una moción para instar al Gobierno central para que la intoxicación por mercurio sea incluida como enfermedad profesional. Sólo el PP se abstuvo, y lo hizo porque, según Francisco Zarracina, su partido no quería "crear falsas esperanzas" al no tener competencia alguna en esas determinaciones y porque entienden que los intoxicados en Asza fueron atendidos correctamente por los servicios médicos.

La Corporación, con la abstención del PP, también aprobó instar al Principado a elaborar un informe definitivo por parte del Instituto de Riesgos laborales y de la consejería de Sanidad sobre la intoxicación por mercurio de los trabajadores de Imsa y a que establezca un mecanismo de colaboración entre el Instituto de Prevención, la Universidad y el Instituto Nacional de Silicosis para la prevención, investigación y rehabilitación de los trabajadores afectados.