El área recreativa Moniello no contará con chiringuito este verano. No obstante, las pretensiones del alcalde, Jorge Suárez, pasan por instalar un pequeño quiosco de helados para ofrecer unos "servicios mínimos" a los usuarios de la zona en lo que resta de periodo estival. Esta demora en los trámites para la instalación de una nueva edificación en los terrenos incendiados el pasado 9 de abril, vendrían dados, según el regidor, por "irregularidades" en los permisos de la anterior construcción.
"A raíz del incendio sacamos la licitación del chiringuito en las mismas condiciones que en otras ocasiones. Pero, tras quedar desierto el concurso, estudiamos otras opciones para que el establecimiento estuviese en funcionamiento durante el verano. Fue ahí donde nos encontramos con que no había ningún seguro contratado para el inmueble y que tampoco había un informe de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA) que especificase qué tipo de instalación podíamos realizar allí ni de cuántos metros ni nada", explicó Suárez, que también confesó ver "más sombras que luces" en la anterior concesión.
Pero los problemas del Ayuntamiento con el chiringuito de Moniello no acaban ahí. Y es que la propietaria de la finca colindante denunció en el Ayuntamiento que el tanque de aguas residuales del anterior edificio estaba "dentro de su propiedad". "Parece ser que tanto la fosa séptica como parte del mobiliario estaban dentro de los terrenos de la parcela aneja, por lo que también solucionaremos este problema antes de poner nada en funcionamiento", aseguró el regidor, que confesó que su intención es "regular y dejarlo todo claro, para que el próximo concesionario pueda trabajar con todas las garantías".
Ahora el Ayuntamiento ya cuenta con el beneplácito de la CUOTA, que ha dado su permiso para que en Moniello se instale un chiringuito "de unas dimensiones similares al anterior". Pese a ello, el Consistorio tendrá que hacer frente ahora a otro problema: que en las arcas municipales no hay liquidez para acometer estos trabajos. "Aunque aún está por estudiar, la mejor opción podría ser sacar el negocio a una licitación por un período de tiempo amplio, en el que el explotador del mismo abordaría las obras. Posteriormente, éstas pasarían a ser propiedad municipal, revirtiendo así en beneficio para el municipio", sugirió Suárez, que pretende que el próximo edificio sea "desmontable y con una estética acorde al entorno".
De momento, y para lo que queda de temporada estival, el gobierno municipal ha pensado en una solución intermedia. "Hemos realizado una propuesta al actual concesionario de los puestos de helados, en la que instalaríamos una quiosco que él podría explotar a cambio de que se haga cargo del mantenimiento de los servicios públicos", aseguró Suárez.
