El novelista británico David Mitchell (Southport, 1969) medita cada respuesta que ofrece al periodista y a su traductora. El autor de libros tan prestigiosos como "El atlas de las nubes" o "Relojes de hueso" ha sido uno de los más destacados de esta quinta edición del Festival Celsius 232 de ciencia ficción, fantasía y terror, que se despidió ayer mismo con un éxito arrollador.

-Hay seis ideas originales en "El atlas de las nubes". ¿Cómo logró compactarlas para terminar componiendo su novela?

-La verdad es que fue hace mucho tiempo cuando tuve las seis ideas. La pregunta que me hace creo que es demasiado profunda porque si supiese su respuesta sería mucho más rico de lo que soy. Creo que encontrar las ideas adecuadas es cosa simplemente de tener curiosidad. Surgen de repente, las retroalimentas, pasas de una a otra hasta que llega "esa", la que andabas buscando. La creatividad consta de tres partes: curiosidad, intelecto e imaginación. La curiosidad te da el qué, la imaginación es la que te dice cómo y el intelecto te permite que las ideas y su entorno encajen de manera adecuada. Eso es la magia.

-Sus novelas presentan una forma compleja. ¿La busca o la encuentra?

-La verdad es que esta complejidad de la que habla es algo relativo. Si compara mis historias con Peppa Pig, obviamente, son más complejas que Peppa Pig... sin embargo, no creo que mis novelas sean complejas si las comparamos con... Bueno, sí, igual tiene razón y sí, son complejas. La verdad es que cuando escribo intento hacer una copia de la realidad, mimetizarla, pero la realidad no es simple.

-¿Qué le pareció la película basada en "El atlas de las nubes"?

-Lo único que hice fue firmar el contrato y darles el poder. Me gustó, claro que me gustó. Si los creadores de "Matrix" quieren hacer una película con tu novela no te puedes negar. ¿A qué no?

-Desde luego que no. ¿Le pagaron bien?

-(Risas) Eso se lo tiene que preguntar a mi contable.

-¿Cómo se ve la vida desde Cork, en Irlanda, después de haber recorrido medio mundo?

-Irlanda es mi casa, es donde estoy tranquilo. Si que es verdad que hay cosas más o menos complicadas sobre vivir allí, pero se está bien. Es un poco como Asturias, donde cada quince minutos cambia la meteorología. En Irlanda tenemos la costumbre de hacer más énfasis en las personas que en los negocios.

-Cuénteme su experiencia como libretista de ópera.

-Me gustó mucho la experiencia que tuve con la ópera. He escrito dos libretos. Fue maravilloso escuchar a los cantantes interpretar las piezas que yo había escrito. La segunda ópera era sobre fantasía oscura y una parte de ella se tenía que ver con gafas en 3D para que el escenario rodease a los espectadores. Además incluimos cantantes en hologramas. En 2018 la volveremos a hacer en Texas.