"Los contratos matrimoniales entre España y Portugal siempre sirvieron para hacer la paz, pero también muchas veces motivaron la guerra. Un ejemplo es Portugal entre los años 1580 y 1640, periodo en el que Portugal constituyó una unión dinástica bajo la Casa de Austria", manifestó ayer la presidenta de la Academia Portuguesa da Historia, Manuela Coelho Mendonça y coordinadora del curso inaugural de La Granda (Gozón): "La política matrimonial como instrumento de equilibrio peninsular". A su juicio, "el tema de matrimonio entre infantes explica muchas relaciones políticas". Del presente, Mendonça dijo que el portugués ve al español como a un amigo, aunque cada 1 de diciembre aún se celebra por todo lo alto la independencia de Portugal frente a la Monarquía Hispánica. "Ahora mismo hay alianzas en diversos sectores, pero los negocios políticos deben ir aparte", concluyó.