Luis Roca de Agapito es profesor titular de Ciencias Jurídicas Básicas en la Universidad de Oviedo. Ayer, recién llegado de Castropol, pronunció una conferencia en Avilés, en el Centro de Servicios Universitarios, centrada en el "sexting", término que se utiliza para definir la difusión de imágenes eróticas obtenidas con consentimiento de quien las protagoniza, pero sin su autorización para hacerlas públicas. La charla estuvo enmarcada en el curso de extensión universitaria de Sexología que desde hace años se celebra cada verano en la ciudad.
-¿El "sexting" es una práctica común entre los jóvenes?
-Entre los jóvenes y los que no lo son tanto. Es más, yo me voy a centrar en los adultos porque las imágenes de contenido sexual con niños son siempre delito. La mera posesión de pornografía infantil ya es delito. Los casos de "sexting" entre menores también están tipificados en el Código Penal pero en este caso es muy importante el fiscal del menor, que tiene gran poder de decisión y flexibilidad de tal modo que puede solicitar una amonestación en lugar de una sanción con el fin de educar. En este caso es importante llamar la atención a los padres.
-¿Por qué?
-Porque ese "sexting", ese envío de imágenes eróticas, no se hace si no es con un teléfono móvil. ¿Y quién da un móvil a un crío? Los padres, que no se pueden despreocupar. Esto lo digo porque los daños que se pueden causar a las víctimas a veces van acompañados de humillaciones, acosos o vejaciones que en algunos casos acaban en suicidios, y de esos daños responden los padres. Entonces igual podemos encontrarnos en el futuro con sentencias en las que se condene a los padres de la persona que realiza una difusión no consentida de una imagen erótica a indemnizar a las víctimas por los daños y perjuicios causados, algo parecido a lo que ocurrió con la "kale borroka" (lucha callejera) en el País Vasco. Aquellos chavales quemaban autobuses, destrozaban mobiliario y cuando empezaron a condenar a los padres a pagar los desperfectos desapareció.
-Va a analizar el "sexting" entre adultos, ¿en qué sentido?
-Parto del caso de Olvido Hormigos (ex concejala socialista de Los Yébenes, en Toledo); es decir, de la difusión sin autorización de imágenes que han sido tomadas con anuencia del protagonista. Esto está considerado delito desde la modificación del Código Penal el 1 de julio del año pasado.
-¿Ante un caso así que debe hacer la víctima adulta?
-Estos delitos no se persiguen de oficio sino a instancia de parte; es decir, tiene que ser la propia víctima la que denuncie. La pena es alternativa de prisión o multa. El juez estudiará si pone pena de prisión como máximo de un año o una multa. Este delito afecta a los menores, el delito es el mismo.
-¿Qué hacemos si recibimos una imagen erótica de un adulto en nuestro móvil?
-Con este nuevo delito lo que el legislador viene a crear es un deber de sigilo; es decir, que no se divulgue esa imagen porque podemos incurrir nosotros también en un delito si no contamos con autorización de la víctima. El problema es que por el extravío o el robo de un móvil también se pueden divulgar este tipo de imágenes.
-¿Cómo se expresa la autorización o la negativa a la difusión de imágenes eróticas?
-Es discutible. Es un delito que va en contra de la voluntad de la víctima y esa prohibición no tiene por qué ser explícita, puede ser tácita.
-¿Con el "sexting" se busca hacer daño?
-¡Qué va! Se busca hacer daño, sobre todo en el caso de rupturas de pareja, pero también se busca cotillear, alardear o presumir.
-¿Es una actividad de riesgo?
-Sin lugar a dudas. Se exhibe a una persona como potencial víctima de una agresión sexual. A mi juicio obedece a una cultura machista porque casi siempre se cosifica a la mujer. El que la mujer practique "sexting" es un factor de riesgo de ser víctima de violencia machista, lo mismo que el que recibe esas fotos y las difunde sin autorización tiene más riesgo de ser un maltratador.
-¿El "sexting" llega por Whatsapp?
-Whatsapp, Facebook... Hay aplicaciones creadas exclusivamente para el "sexting" como "Snapchat", que permite recibir imágenes que en poco tiempo desaparecen del móvil. Y ahora incluso se habla de "sexter", que es el chico o la chica que se exhibe y va sumando "me gusta". Esto ya lo están estudiando los sociólogos.
