La tensión y la sensación de inseguridad entre los vecinos de Soto del Barco por la quema de coches son máximas. Al largo historial de incendios intencionados en vehículos estacionados en la localidad hay que sumarle otros dos, que fueron calcinados la madrugada del miércoles al jueves. Esta situación, hace que los residentes se muestren "hartos" por la "falta de soluciones". "Este pueblo lleva meses siendo objeto de burlas y de incendios. La Guardia Civil toma datos y huellas, pero no hay soluciones. Sí es cierto que el Ayuntamiento nos escucha, pero tampoco aporta nada. No sabemos qué hacer", aseguró ayer Marián Álvarez, vicepresidenta de la asociación de vecinos de la capital sotobarquense. "Las pocas opciones que tenemos pasan por estar todos unidos. No es lo mismo que vayan a protestar o a meter presión dos vecinos a que lo haga un pueblo entero", agregó Álvarez.

Además de entre los vecinos, la inseguridad en la localidad se palpa también entre los foráneos. "Ya no somos sólo nosotros. Sin ir más lejos, un chico de fuera que está aquí veraneando y que tiene un coche de alta gama me decía que no sabía dónde dejarlo ante el miedo a que él también le quemasen el vehículo", relató con preocupación la dirigente vecinal.