Un año ha transcurrido desde las primeras denuncias vecinales por la existencia de un vertedero pirata lleno de uralita, sin que las administraciones responsables hayan solucionado el problema. El basurero se encuentra entre Vegarrozadas y La Lloba y al pie de la carretera por la que discurren muchos ciclistas y senderistas y a menos de un kilómetros del Camino de Santiago. Tras las denuncias de los residentes, el Ayuntamiento de Castrillón realizó un informe que concluyó que la zona es propiedad del Ministerio de Fomento. El material está depositado en un camino de servicio construido por este departamento cuando acometió el tramo de la Autovía del Cantábrico entre Vegarrozadas y Soto del Barco, hace varios años, a pocos metros de la carretera N-632.

Los vecinos y usuarios de la zona exigen al Gobierno central la limpieza de la parcela y la retirada urgente del fibrocemento acumulado. El tratamiento de elementos con amianto exige, según la normativa vigente, que la manipulación de este material esté sometida a controles para impedir la propagación de las partículas. En España, se prohibió en 2002 el uso y comercialización de este tipo de estructuras. "En ningún caso puede depositarse uralita en una zona pública y sin control. La retirada de fibrocemento de algunos edificios municipales nos exigió en su momento presentar un proyecto y contratar una empresa especializada. El Ministerio ha tenido un año para limpiar la zona y no lo ha hecho", se quejó el concejal de Medio Ambiente de Castrillón, José Luis Garrido. El edil manifestó que hace unos años el Ayuntamiento se hizo cargo del coste de la limpieza de un vertedero pirata en el que había uralita porque estaba en suelo municipal. "Fomento ya debería haber limpiado la zona", concluyó.