Jaime Alonso Abruña era el mediano de cinco hermanos. Nació y creció sano, hasta los ocho años. Entonces le diagnosticaron leucemia, en principio curable y con buen pronóstico. Pero a los tres meses mutó en una leucemia refractaria. El pequeño falleció el 21 de enero de 2010. Sus padres, Patricia y Jesús, decidieron entonces impulsar una fundación domiciliada en Avilés que lleva el nombre de su hijo con un único fin: "Humanizar el cuidado y el entorno del niño gravemente enfermo". Con este propósito celebraron ayer en Salinas, en el Club Espartal, una jornada solidaria en la que participaron decenas de bañistas que pusieron especial empeño en las actividades acuáticas. El dinero recaudado se destinará al transporte de niños con enfermedades avanzadas y sin expectativas de curación a la única unidad de día pediátrica existente en el país, localizada en Madrid.

La jornada comenzó con una carrera por el arenal castrillonense y durante todo el día se desarrollaron actividades en el club, las mismas que se ofrecen cualquier día a los abonados pero ayer abiertas al público general a cambio de un donativo. Al frente del programa deportivo estuvo Carlos Flor, coordinador del Espartal. La respuesta de los vecinos de Salinas y visitantes fue mayúscula. "La gente está participando y hay muy buen ambiente; debido al día caluroso que hace, las actividades que están teniendo más éxito son las que se hacen en agua, hay pocos inscritos en las clases de bicicleta, por ejemplo", dijo Flor. El agua, no obstante, fue la protagonista de la jornada. En Salinas se hicieron desde carreras por las olas hasta bautismos de surf. Esta actividad llamó la atención de muchos, especialmente jóvenes sin ninguna relación previa con esa práctica.

El bautismo consistía en una especie de clase dirigida a principiantes a cargo del surfer local Lucas García. Los participantes recibieron las primeras lecciones en la arena, donde mejor se aprende a surfear. Luego se adentraron en el Cantábrico y conocieron diferentes técnicas de remo o cómo remontar olas. "Hay quien, con esta clase, ya es capaz de ponerse de pie encima de la tabla y coger alguna ola", explicó. De forma paralela, aunque también a favor de la fundación Jaime Alonso Abruña, se celebró un campeonato de surf (sub 18, sub 16, sub 14 y sub 12). El precio de la inscripción era de veinte euros. Si bien estaba previsto que el campeonato finalizara ayer al atardecer, los organizadores dudaban de la posibilidad de cumplir con todas las mangas debido a la niebla intermitente que cubría la playa restando visibilidad a los jueces para puntuar.

La organización de la jornada solidaria agradeció la colaboración de todas las personas que de una u otra forma se dejaron ver por el Club Espartal y que contribuyeron a una buena causa. Solo en España, uno de cada mil niños padece una enfermedad a menudo de larga evolución que limita o amenaza su vida, como le pasó a Jaime Alonso, quien ahora da el nombre a una fundación que quiere para estos niños "alegría, ilusión y esperanza".