Encontrar una mesa libre para tomar una caña en pleno centro de Avilés se antojó prácticamente imposible para locales y visitantes durante este período estival. El aspecto de las terrazas del casco histórico durante las fiestas de San Agustín -en la imagen, clientes en terrazas de la plaza de España- refleja la gran afluencia de turistas que recibió Avilés este verano, motivada tanto por el buen tiempo del que disfrutó la ciudad como por la variedad de festejos que albergó la villa.