Lo constatan las cifras de afluencia de turistas y lo confirman también los hosteleros: "El verano en Luanco ha sido el mejor desde hace muchos años". Y es que los bares y restaurantes de la capital gozoniega estuvieron de bote en bote durante una temporada estival que, todos coinciden, se ha "alargado" más semanas que en años anteriores. Pese a ello, y aunque están satisfechos con las cifras dejadas por el estío, los empresarios del concejo encuentran en "la falta de aparcamiento" y "la escasez de actividades" las principales carencias del municipio para atraer visitantes.
"Ha sido el mejor verano de la historia. Tuvimos mucho trabajo y el pueblo estuvo hasta arriba. Creo que todos los empresarios del sector, en general, nos hemos visto beneficiados", aseguró Toño Escandón, al frente de un negocio hostelero en la luanquina calle de La Riba, quien celebró que las facturación de su negocio se encontrase en cifras similares a las de "antes de la crisis". Sobre el perfil de la clientela durante la temporada estival, en su mayoría visitantes, Escandón afirma que "están de paso entre semana", ya que "aprovechan el viaje para visitar diferentes zonas de Asturias y una de las paradas que realizan es en Luanco". Sobre las carencias de la capital gozoniega de cara al turismo, el restaurador destacó que, "como siempre, falta aparcamiento"; si bien, considera que la apertura del Gayo para estacionamientos es "satisfactoria". "Se nota que hay más plazas para estacionar con el muelle, y considero que de cara a otros años el Ayuntamiento podría hasta cobrar por ello", expresó.
En consonancia con Escandón, Ramón Menéndez, presidente de los hosteleros de Gozón, también destacó que éste ha sido "el mejor año en mucho tiempo", algo que no sólo se pudo vivir en Luanco, sino "en otros pueblos costeros e, incluso, de interior". "Julio ya vino fuerte, y la segunda quincena de agosto, donde se suele notar que baja la cantidad de visitantes, se mantuvo", destacó el empresario, que también considera la "falta de aparcamientos" el punto negro del concejo. "No hubo un domingo en todo el mes de agosto que no me cancelasen una reserva porque los clientes no encontraron dónde dejar el coche", aseguró Menéndez. Como solución a este mal endémico de la capital del municipio, el empresario lo tiene claro: "El Ayuntamiento podría habilitar un terreno a las afueras y poner un vehículo lanzadera para traer y llevar a la gente por un precio bajo, que sirva para sufragar los gastos del servicio".
En la misma línea, Javier Rodríguez, propietario de un restaurante en la calle Ortega y Gasset, también destacó que el volumen de clientela en verano fue "muy bueno". "Este año empezamos a ver mucha gente a primeros de julio y, ahora, ya en septiembre, seguimos manteniendo la actividad. Otros años por estas fechas ya no teníamos nada", agregó el empresario que ve en la organización de "festivales y fiestas" un elemento dinamizador a explotar por el municipio.
También satisfecha con los resultados del verano, Hermelinda Menéndez, quien regenta un restaurante en la calle Salvador Escandón, destacó que el volumen de clientela fue "muy bueno", aunque lejos de las cifras "de hace 15 años". Pese a ello, y para tratar de que la expansión de Luanco como destino turística no se frene, Menéndez también aboga por la puesta en marcha de "certámenes e iniciativas". No obstante la empresaria lamenta que en la capital gozoniega "falta unión entre los hosteleros".
Durante julio y agosto, por las oficinas de turismo del concejo, ubicadas en el cabo Peñas y Luanco, pasaron 19.441 personas, frente a las 16.705 que lo hicieron el año pasado durante el mismo periodo.
