Ni mochilas, ni nervios del primer día ni trasiego de coches. El curso escolar que hoy comienza para los alumnos de Infantil y Primaria pasará de largo por Valliniello, al hacerse efectivo el cierre del colegio Fernández Carbayeda. Los escasos alumnos que aún estaban matriculados en este centro (siete) continúan sus estudios en otros colegios, preferentemente en el Versalles, según dispuso la Consejería de Educación. Con esta supresión, el número de colegios públicos de Infantil y Primaria del concejo queda reducido a trece, a los que hay que añadir un centro de Educación Especial, el San Cristóbal, y ocho concertados.

Los centros avilesinos acogen desde hoy a un número similar de alumnos que el curso pasado, más de cinco mil, mientras que el inicio de las clases en los institutos no se producirá hasta el jueves. Serán precisamente los alumnos de Bachillerato los que lo hagan con mayor incertidumbre, al no estar aún definido el modelo de prueba de acceso a la Universidad que tendrán que realizar para concluir sus estudios, ahora con el nombre de reválida.

La racionalización de recursos es uno de los argumentos que llevaron al consejero de Educación, Genaro Alonso, a suprimir el Fernández Carbayeda, en el que daban clase tres docentes a tiempo completo y uno a tiempo parcial. Dichos profesores quedarán ahora adscritos a otros centros. En lo que respecta a los gastos de funcionamiento, se redistribuirá, proporcionalmente al alumnado que reciba, al Versalles. En cuanto al personal no docente adscrito al centro, la supresión afecta al cocinero, que fue reasignado a La Carriona, el otro colegio con cocina propia que existe en el concejo.

Según los informes técnicos de la Consejería de Educación, el colegio Fernández Carbayeda se constituyó el 15 de septiembre de 1980. Sin embargo la situación demográfica actual, con un envejecimiento claro y la previsión de que Asturias continuará perdiendo población, hacen necesaria la revisión y mejora del mapa escolar, con la creación de nuevos centros y la transformación, supresión y fusión de otros. Se daba la circunstancia, además, de que la mayor parte del alumnado que reside en Valliniello está escolarizado en otros centros educativos. El anuncio de la medida, de hecho, fue asumido con normalidad por las familias de Valliniello, donde apenas se oyeron voces críticas con la clausura del edificio escolar.

Con el cierre del colegio, el único edificio educativo que permanece con actividad en Valliniello es el antiguo instituto, donde reciben clase de forma provisional los alumnos de Restauración dependientes de la Escuela Superior de Arte de Avilés. Sin embargo, cuando éstos sean trasladados a una nueva sede, el próximo curso, todo el complejo educativo de Valliniello quedará vacío. La Consejería prometió darles un uso educativo a estos edificios, pero de momento está sin concretar. La dificultad de acceso es una de las principales carencias que presentan tanto el colegio como el instituto.